La primera gran ventaja que hace especialmente saludable a la leche de yegua con respecto a otro tipo de leches de consumo habitual como la de vaca son sus similitudes con la leche materna en lo que se refiere a su composición y digestibilidad. Además, este tipo de bebida saludable es especialmente dulce, y se comercializa sobre todo en su versión liofilizada (en polvo).
Tanta es la popularidad que está adquiriendo la leche de yegua con respecto a la de vaca, por ejemplo, que se incluye en la formulación de numerosos cosméticos por sus propiedades regeneradoras de la piel, y que la población en España la demanda cada vez más por las propiedades terapéuticas que aporta a su ingesta. A continuación, vamos a hacer un repaso por las propiedades reales de este tipo de leche.
Propiedades de la composición de la leche de yegua
La leche de yegua no cuenta aún con estudios sólidos que certifiquen todas sus propiedades, lo cual no significa que no las tenga. Por ejemplo, se trata de un alimento que ha ganado en popularidad por su gran aporte de probióticos naturales, y porque su composición es extraordinariamente parecida a la de la leche materna.
En este tipo de bebida saludable encontramos vitaminas y ácidos grasos omega-3 y omega-6. En España se trata de un alimento de consumo más o menos reciente, pero en otras culturas como la asiática ha sido un producto que formaba parte de su dieta desde hace siglos.
Comparada con otros tipos de leche más habituales en nuestra alimentación, la de yegua contiene una menor cantidad de grasa, lo que hace que sea especialmente digestiva. Esta circunstancia podría convertirla en la opción perfecta para aquellas personas con ciertas intolerancias o problemas estomacales a la hora de admitir el consumo de leche.
Potenciales beneficios para la salud de la leche de yegua
Este alimento es una fuente abundante de vitaminas D, C y K, además de minerales como el hierro y el magnesio. Aunque no es una conclusión definitiva según los científicos, sí se le presupone un refuerzo del sistema inmunitario gracias al aporte de ácidos grasos poliinsaturados.
Gracias a su ligereza, una cualidad especial de este tipo de leche, es una buena idea para acompañar a las personas en periodos de convalecencia, puesto que aporta energía al organismo sin sobrecargarlo, al tiempo que es capaz de controlar los niveles de colesterol en sangre.
Su gran contenido en probióticos naturales (esos 'bichitos' buenos para la salud digestiva), ayuda a mantener la microbiota intestinal, de la misma manera que lo hace el yogur. En el caso de la leche de yegua, al ser más parecida a la leche materna, este aporte resulta más orgánico y compatible.
¿En qué punto está la certificación oficial sobre sus beneficios?
Como hemos comentado anteriormente, la ciencia aún no ha establecido un ranking oficial de todas las propiedades que parece tener este alimento, y que deberán certificarse a través de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
De momento, y mientras esa confirmación de ventajas para la salud llega de forma oficial, algunos estudios llevados a cabo en la Universidad de Zaragoza establecen cierta conexión entre la ingesta de este alimento y la prevención de la diabetes tipo 2, así como sobre afecciones cutáneas como la psoriasis.