La madrileña Lucía y la catalana Nayeli han sido los primeros bebés nacidos en España en 2025. Les siguieron Adrián en la Comunidad Valenciana, Lola en Andalucía, Marco Antonio en Extremadura o Mauro en Galicia. Pero es que además de inaugurar el año también han estrenado la "Generación Beta" que, según los demógrafos, enfrentará un mundo "absolutamente diferente".
La Generación Beta estará formada por los nacidos de 2025 a 2039 y algunos expertos predicen que su vida estará marcada por una inmersión en la inteligencia artificial y la tecnología, incluso más que las generaciones anteriores, la generación alfa (nacidos de 2010 a 2025) y la Z, los nacidos desde mediados o finales de la década de 1990 hasta 2010.
Mark McCrindle es el investigador social y demógrafo australiano que acuñó el término Generación Alfa y determinó que esta terminaba en 2024 para dejar paso a la Beta, que podría sumar 2.100 millones de personas y, para el año 2035, representar el 16% de la población mundial.
Los miembros de la nueva generación serán, principalmente, hijos de los más jóvenes Millenial y de miembros de la Generación Z. En su mayoría conseguirán vivir más años que sus predecesores y llegarán al siglo XXII.
Tecnología y clima
La experiencia de esta cohorte estará definida por avances tecnológicos impredecibles y crisis climáticas, según los expertos.
La tecnología que da forma a las relaciones sociales es precisamente lo que determina las generaciones o cohortes en sociología. La Z vino marcada por el uso de las redes sociales y la generación Alfa por los mundos virtuales y la primera inteligencia artificial. La IA generativa está definiendo el momento en que los Betas entran al mundo y su experiencia vital estará absolutamente determinada por la IA y la automatización totalmente integradas en la vida cotidiana, desde la educación y los lugares de trabajo hasta la atención médica y el entretenimiento.
Pese a que el demógrafo del CSIC Héctor Cebolla encuentra un tanto forzado la frontera de generaciones entre los "alfa" y los "beta", ambos originarios del mismo siglo y marcados por la tecnología, sí piensa que los nacidos ahora van a estar marcados porque serán "aplastados" numéricamente por sus mayores.
De hecho, en lo social, la generación Beta se espera que sea ya testigo de la transición demográfica total, a medida que las tasas de fertilidad caen en todo el mundo y la esperanza de vida aumenta.
Según Héctor Cebolla, "se verán obligados a reorganizar el mundo para tener su vida independiente, porque por cada niño habrá dos viejos". A cambio, el demógrafo opina que, aunque seguirá habiendo capas muy vulnerables, "van a conocer menos la precariedad, una parte importantísima de ellos, puesto que va a faltar mano de obra, van a repartirse el mundo entre menos". Y pone de ejemplo que no habrá un piso disputado entre 70.000 candidatos a la hora de alquilar.
La próxima generación "heredará un mundo que se enfrenta a grandes desafíos sociales", escribió por s parte el demógrafo McCrindle en una publicación reciente de su blog. "Con el cambio climático, los cambios de población global y la rápida urbanización en primer plano, la sostenibilidad no será solo una preferencia sino algo una preocupación real".
Desafíos de su tiempo
Esta generación será criada por padres que dan importancia a la adaptabilidad, la igualdad y la conciencia ecológica. Esto dará como resultado que la Generación Beta tenga, según McCrindle, una mentalidad más global y colaborativa que nunca. "Su educación enfatizará la importancia de la innovación no solo por conveniencia, sino para resolver los desafíos apremiantes de su tiempo".
Nacidos en un mundo de tecnología siempre activa, se enfrentarán a amistades, educación y carreras profesionales en una era en la que la interacción digital sea la norma. Sin embargo, la creación de sus propias identidades digitales con seguridad y sabiduría será una prioridad, al igual que ayudarlos a fomentar un fuerte sentido de individualidad, tanto en entornos online y sociales. "Prevemos que la Generación Beta encarnará el equilibrio entre la hiperconectividad y la expresión personal. Redefinirán lo que significa pertenecer, combinando las relaciones en persona con las comunidades digitales globales".