Radiografía de los 9 minutos del vuelo 7C2216 que acabaron en tragedia en Corea del Sur y que ponen bajo la lupa a la compañía Jeju Air

Tan solo nueve minutos determinaron el destino fatal del vuelo 7C2216 de Jeju Air, el avión surcoreano que este domingo se estrelló tras tocar tierra sin el tren de aterrizaje desplegado y después de salirse de la pista en el aeropuerto de Muan (Corea del Sur), dejando 179 muertos y dos supervivientes. Unos instantes fatídicos de los que se conocen pocos detalles y a los que se dará luz cuando se conozca el contenido de las cajas negras recuperadas este lunes de la aeronave, que resultaron dañadas parcialmente en el siniestro.

Según la reconstrucción cronológica realizada en base a la información facilitada por el Gobierno de Corea del Sur, los rastreadores de vuelos y las autoridades aeroportuarias, el vuelo despegó a las 2.29 hora local (19.29 GTM+1 del sábado) del aeropuerto de Suvarnabhumi, el principal de Bangkok (Tailandia) con una hora de retraso rumbo a Muan (a 290 kilómetros al suroeste de Seúl). A bordo viajan 181 personas, seis de ellos de la tripulación, todos ellos surcoreanos y dos tailandeses.

Después de algo más de cinco horas de vuelo, a las 8.54 (23.54 GTM+1) el avión se aproxima desde el sur a su destino y recibe permiso de la torre de control para aterrizar en la pista número uno del aeropuerto internacional de Muan, según los datos recabados por el Ministerio de Territorio, Infraestructura y Transporte. Tres minutos después, la torre de control lanzaba una alerta por riesgo aviario al detectar actividad de aves en torno a la trayectoria del avión.

Solo tuvieron que pasar dos minutos más para que el piloto emitiera un mayday. En vídeos compartidos en redes sociales se puede ver cómo algo, aparentemente un pájaro, entra y sale de uno de los motores de la aeronave, del que también salen humo y llamas. Tras lanzar la señala de socorro, el vuelo 7C2216 pierde altura, la gana y comienza a realizar una nueva maniobra de aproximación para dirigirse hacia destino esta vez desde el norte. Así, a las 9.00 horas local (00.00 GTM+1) la torre de control autoriza al avión a aterrizar en la pista 19, es decir, en sentido contrario a la dirección desde la que debía inicialmente tratar de tocar tierra el aparato.

El muro localizador

A las 9.03 hora local el avión, un Boeing 737-800, aterriza en la pista 19 sin tren de aterrizaje. Las imágenes captadas desde el aeropuerto y que ya han recorrido el mundo muestran que, además de no desplegar el tren de aterrizaje, tampoco activa otros sistemas de frenado, como los spoilers, unas placas móviles situadas en la parte superior de las alas. Tras deslizarse sobre su panza durante unos diez segundos, el aparato acaba saliéndose de pista e impacta contra el muro final del aeropuerto, donde explota. Este muro sirve de localizador al aeródromo, ya que alberga antenas para guiar a los aviones precisamente durante los aterrizajes.

Tras el aparatoso y mortal accidente, a las 9.10 hora local, el ministerio de Transporte surcoreano ya tenía constancia del siniestro a través de la alerta emitida por el operador aeroportuario. El ministro, Park Sang-woo, directores generales y otros funcionarios iniciaron una reunión de emergencia trece minutos después. Tras varias informaciones de número de víctimas, hubo que esperar hasta las 20.38 horas local para conocer que el balance final de la tragedia es de 179 muertos y dos supervivientes.

Según expertos consultados por 20minutos, no es habitual la existencia de muros irrompibles al final de las pistas de aterrizaje, menos cuando la misma es relativamente corta, como este caso. El viceministro de Transporte de Corea del Sur, Joo Jong-wan, señalaba este domingo que la longitud de 2.800 metros de la pista no fue un factor que contribuyó al accidente y sostuvo que los muros en los extremos que cuidan las antenas que sirven para facilitar los aterrizajes se construyeron según los estándares de la industria.

Las autoridades surcoreanas también investigarán si el muro del aeropuerto de Muan debería haberse construido con materiales ligeros que se rompieran más fácilmente al impacto, aunque el Ministerio de Transporte también puso de manifiesto que hay estructuras similares en otros aeropuertos nacionales, como en la isla de Jeju y las ciudades sureñas de Yeosu y Pohang, así como en aeropuertos en Estados Unidos, España y Sudáfrica.

Escrutinio a la aerolínea

Por otro lado, medios surcoreanos destacaron este lunes que el avión accidentado realizó trece vuelos en sus últimas 48 horas de vida operativa, incluyendo viajes de ida y vuelta entre Corea del Sur y cuatro destinos internacionales, China, Malasia, Tailandia y Taiwán, lo que pone el foco sobre el tiempo destinado a revisiones de seguridad antes de cada despegue por parte de Jeju Air.

El diario Korea Times destacaba, basándose en datos como estos, que la aerolínea parece destinar 28 minutos a dicho mantenimiento para el 737-800 (aparato que integra la práctica totalidad de su flota y que se estrelló ayer), el mínimo que requieren las autoridades surcoreanas. Estas afirmaciones han generado inquietud con respecto a si Jeju Air, la mayor aerolínea de bajo coste surcoreana y también la que a priori más parece exprimir sus aeronaves, prioriza eficiencia operativa sobre mantenimiento.

Ahora, después del peor accidente de la historia del país, las autoridades surcoreanas realizará inspecciones de seguridad en los 101 aviones Boeing 737-800 operados en Corea del Sur. Jeju Air, la compañía de bajo coste que operaba el vuelo siniestrado, utiliza 39 de esos aviones. "La esencia de una respuesta responsable sería renovar los sistemas de seguridad aeronáutica en su conjunto para prevenir la recurrencia de incidentes similares y construir una República de Corea del Sur más segura", dijo Choi Sang-mok, presidente interino del país. Esto también viene dado porque este mismo lunes otro Boeing 737-800 tuviera que retornar al punto de salida tras detectarse un problema precisamente en el sistema de aterrizaje.

El fatal accidente y los misterios en torno a sus causas han llevado, además, a que Jeju Air haya registrado 67.000 cancelaciones, lo que le ha supuesto una caída de casi el 9% en la Bolsa de Seúl, y a su matriz, Aekyung Holding, una depreciación de más del 12%. A su vez una veintena de pasajeros del 737-800 de la compañía que tuvo que regresar tras detectarse problemas en el tren de aterrizaje se negó a embarcar después en el avión de sustitución que ofertó la aerolínea aduciendo ansiedad a raíz del siniestro del domingo.

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