El papa Francisco presenta una "leve mejoría", pero sigue en estado "crítico" y el pronóstico continúa siendo reservado

El mundo continúa en vilo por la salud del papa Francisco, que ha experimentado una "leve mejoría" después de llevar diez días ingresado en el Policlínico Universitario Agostino Gemelli, ubicado en Roma. A pesar de las buenas noticias, el pontífice sigue en estado "crítico" y con pronostico reservado. "Las condiciones clínicas del santo padre, en su estado crítico, demuestran una leve mejoría. Tampoco en la jornada de este lunes se han verificado episodios de crisis respiratorias asmáticas", indica el último parte médico difundido en la tarde de este lunes.

El informe del hospital también asegura que la "leve" insuficiencia renal que se le detectó el domingo al pontífice "no suscita preocupación" y que Francisco continúa recibiendo oxígeno, pero con flujos "levemente reducidos" con respecto a los días previos. En el parte se informa, asimismo, de que "algunos exámenes de laboratorio han mejorado", pero sin proporcionar más detalles de los mismos. Debido a que su cuadro clínico continúa siendo complejo, los médicos han tomado la decisión de mantener el pronóstico reservado.

El comunicado también indica que el papa ha recibido la Eucaristía en el hospital por la mañana, mientras que en la tarde "ha retomado su actividad laboral". Por último, el mensaje señala que el pontífice ha llamado por teléfono al párroco de la Franja de Gaza para expresarle su "paterna cercanía", tal y como lo ha hecho desde el inicio de la guerra en Oriente Próximo. También ha agradecido a todos los fieles que rezan por él.

Fuentes del Vaticano han informado además que el papa permanece en su habitación en compañía de unos pocos colaboradores y que no se levanta de la cama, aunque sí puede moverse. También han desmentido que vaya a ser trasladado a la sede del Gemelli ubicada en la Isla Tiberina, como habían informado algunos medios de comunicación.

En la mañana de este lunes el Vaticano había publicado un escueto comunicado en el que afirmaba que el santo padre, de 88 años, había pasado bien la noche. "El papa ha dormido y está descansando", agregaban. Fuentes de la Santa Sede indicaron más tarde que el pontífice argentino ya se había despertado, que su humor era bueno y que se estaba alimentando con normalidad.

Francisco fue diagnosticado con una infección polimicrobiana, una neumonía bilateral y una insuficiencia renal leve, que ya se encuentra bajo control. Tras sufrir el sábado una crisis asmática producto de dicha neumonía, los médicos comenzaron a administrarle oxígeno para ayudarlo a respirar mejor. También se le han realizado transfusiones de sangre al haberle sido detectada una trombocitopenia, es decir, un número insuficiente de plaquetas, consecuencia de una anemia.

"No es momento" de pensar en un sucesor

Ante el delicado estado de salud del pontífice argentino, el mundo se pregunta quién podría ser su sucesor. Sin embargo, el cardenal Gherard Ludwig Müller, uno de los principales opositores del papa, considera que "no es el momento" de pensar en esa posibilidad. "Está vivo y este es el momento de rezar, no de pensar en quién será su sucesor. Y si hay alguien que piensa en el futuro mientras el papa está en el hospital, no es bueno, no es bueno en absoluto", asegura el exprefecto de la Congregación para la doctrina de la fe (antiguo Santo Oficio) en una entrevista publicada este lunes en el diario Il Corriere della Sera.

"Cuando el sucesor de Pedro termina su vida terrenal, los cardenales se reúnen, deben hablar entre ellos y discutir sobre el futuro. Esta es su tarea esencial. Pero anticiparse, mezclarlo todo, preguntarse si el próximo papa será progresista o conservador es un contratestimonio de nuestra fe", agrega. Además, el religioso asegura que se mantiene al margen de las supuestas reuniones de cardenales para preparar el terreno a un posible cónclave. "Yo no me ocupo de eso. Soy teólogo y me interesa la espiritualidad cristiana, no el poder. Si hay alguien que está interesado en juegos de poder, no está dando un testimonio cristiano", indica el alemán.

Por otro lado, los cardenales residentes en Roma se han reunido a las 21.00 horas a rezar el rosario en la plaza de San Pedro para pedir por la pronta recuperación del pontífice. Las oraciones -a las que también se han sumado todos los colaboradores de la Curia Romana y de la diócesis de Roma- han sido presididas por el cardenal Pietro Parolin. Según Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, los cardenales se reunirán todos los días a la misma hora a rezar. "Será un modo de manifestar la cercanía en la Iglesia al papa y a los enfermos, no porque haya empeorado la situación", ha sostenido.

Pero Roma no ha sido la única que ha comenzado a rezar. En un comunicado difundido este lunes, la Conferencia Episcopal Española ha anunciado que también se ha sumado a la iniciativa puesta en marcha por el Vaticano, que puede seguirse en directo a través de la página web y de las redes sociales del portal oficial de la Santa Sede -Vatican News-.

Mientras tanto, continúa creciendo el altar improvisado instalado la semana pasada a los pies de la estatua de Juan Pablo II, ubicada a las puertas del hospital romano. Todos los días decenas de fieles se acercan al mismo a colocarle cartas, globos, flores y velas al tiempo que rezan por la pronta recuperación del santo padre.

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