La Unión Europea parece tener claras sus prioridades de los próximos años, al menos en lo que a la teoría se refiere. La práctica, en cambio, va directamente relacionada con el dinero; y esa agenda de inversiones ha sido la que ha presentado este jueves en Bruselas la presidenta del BEI, Nadia Calviño. "Tenemos que apostar por inversiones estratégicas y ambiciosas", sostuvo la española tras anunciar que en 2024 la institución alcanzó cifras récord, con 100.000 millones de euros en nuevas inversiones para la seguridad energética de Europa. Además, casi casi el 60% del total de la financiación concedida por el BEI fue para "apoyar la transición verde, la acción por el clima y la sostenibilidad medioambiental".
Para este 2025 apunta a un valor de 95.000 millones de euros en toda la UE, y la agenda va en línea a lo marcado por la Comisión Europea. Por ejemplo, en la estrategia entra duplicar el apoyo a la industria europea de seguridad y defensa y también la creación de una plataforma de inversión paneuropea para una vivienda asequible y sostenible, junto con la Comisión Europea, y un aumento de la financiación para el sector de la vivienda, explicó Calviño. Por otro lado, el BEI quiere, además, "prestar más apoyo a los agricultores europeos a través de seguros agrícolas y otras medidas de reducción del riesgo mediante un mecanismo de 3.000 millones de euros para facilitar el acceso a financiación a los jóvenes agricultores y las mujeres del sector".
La tecnología y la innovación también es fundamental para el futuro de la Unión y solo unas horas después de que Bruselas presentara su Brújula de Competitividad, el BEI ha explicado que su hoja de ruta incluye "intensificar el apoyo a las tecnologías de vanguardia, incluidas las tecnologías limpias, la inteligencia artificial, los chips, la computación cuántica y de alto rendimiento, las ciencias de la salud y las tecnologías médicas, y la capacidad industrial de vanguardia de Europa". Ahí las empresas tendrán un papel decisivo por lo que se propone, en paralelo, "crear una plataforma de salida para simplificar la cotización de las empresas europeas en expansión en los mercados de la UE o la adquisición de estos innovadores tan prometedores por parte de empresas europeas".
Nadia Calviño ha insistido en que este año el objetivo del BEI es seguir la senda que ya se empezó a marcar en 2024, con ella como nueva presidenta. En ese sentido, explica la institución, se alcanzó una cifra de 51.000 millones de euros, que representa alrededor del 60% de las inversiones del año pasado, para apoyar la transición verde, la acción por el clima y la sostenibilidad medioambiental, con ejemplos que van desde la primera fábrica de neumáticos con cero emisiones del mundo en Rumanía hasta el apoyo a la movilidad sostenible en Valencia, "lo que ha permitido que el BEI siga bien encaminado para cumplir su objetivo de apoyar con un billón de euros la inversión en acción por el clima y sostenibilidad medioambiental durante esta década tan crítica hasta 2030", concluyen.
"Hemos batido récords con nuestra financiación en 2024. Estamos preparados para apoyar las prioridades de la UE en este nuevo mandato político. Y desempeñaremos un papel aún más relevante en 2025: aprovecharemos el excelente rendimiento del BEI en 2024 para aumentar nuestro impacto, reforzando la seguridad y la competitividad de Europa con inversiones estratégicas y ambiciosas", explicó Calviño en rueda de prensa en Bruselas.
Desde el punto de vista más estructural, asimismo, el BEI ya trabaja, explicó la exvicepresidenta del Gobierno, en un plan de acción "que sentará las bases para una sólida Unión de los Mercados de Capitales", otra de las prioridades del segundo mandato de Ursula von der Leyen, y en medidas para reducir la burocracia, de forma que los procesos sean más "prácticos" y se pueda "optimizar" tanto el uso como el reparto de los fondos.
