La OTAN no quiere sobredimensionar el peso de la vuelta de Trump sobre la realidad de la organización. Calma y buenas decisiones; esa es la receta de Mark Rutte. En ese sentido, el secretario general de la Alianza ha restado importancia a las palabras de Donald Trump respecto a que Ucrania "podría ser algún día" parte de Rusia, y ha insistido en que el gran objetivo es seguir apoyando a Kiev para que llegue "en la mejor posición posible" a unas futuras negociaciones con Putin. Eso se da también en un contexto en el que Volodimir Zelenski se ha abierto a intercambiar territorios con Moscú: la parte rusa ocupada por Ucrania por la parte ucraniana ahora mismo ocupada por el Kremlin.
La exigencia a la OTAN en ese sentido sigue siendo muy alta, y así lo ha recalcado Rutte en la previa a la cumbre de ministros de Defensa que tendrá lugar este jueves en Bruselas, con Ucrania precisamente como uno de los puntos clave. "Para cambiar realmente el rumbo del conflicto necesitamos hacer aún más. Cuanto más fuerte sea Ucrania en el campo de batalla, más fuerte será en la mesa de negociaciones. Se crearán mejores oportunidades para alcanzar un acuerdo que garantice una paz duradera", resumió el dirigente neerlandés.
No quiso entrar al barro el jefe de la OTAN e incidió en que los contactos con la Administración Trump son constantes y positivos, al tiempo que asumió estar de acuerdo con el presidente estadounidense: los aliados tienen que aumentar su inversión en Defensa. "En 2024 los Aliados de la OTAN en Europa y Canadá invirtieron 485.000 millones de dólares en Defensa, un aumento de casi el 20% en comparación con 2023. Con un total de dos tercios de los aliados gastando al menos el 2% de su PIB en asuntos militares. Espero que aún más aliados cumplan y, en muchos casos, superen este objetivo en 2025", resumió, con España manteniendo esa meta todavía para el año 2029.
"Estamos viendo un progreso significativo. Pero necesitamos hacer mucho más para contar con los medios necesarios para disuadir y defender. Y para que haya un reparto de cargas más equitativo. También necesitamos producir más, juntos", sostuvo un Rutte que no quiere hablar de cifras cerradas y espera que los países aporten sus ideas, con la presión de Trump eso sí de que se alcance el 5% de inversión en Defensa, una cifra a la que ahora mismo solo se acerca Polonia.
Otra parte del mensaje de Washington que da por válida el neerlandés pasa por "equilibrar" las aportaciones a la OTAN. El peso no puede recaer sobre Estados Unidos. "Estamos en la trayectoria correcta cuando se trata del objetivo de equilibrar lo que Estados Unidos decide como una sola nación dentro de la OTAN, en comparación con todos los demás aliados dentro de la OTAN, para que exista igualdad", añadió. Eso, esgrimió en rueda de prensa, ya se está consiguiendo: "Canadá y Europa ya representan más del 50%, lo cual es positivo. Pero debemos mantener esa trayectoria".
No quiere Rutte en cambio pisar terreno endeble en cuanto a la cifra a alcanzar en la inversión en Defensa, ni al hablar de los nuevos objetivos. La mirada está ahora en el 3% del PIB, "pero no me comprometo a una cifra exacta en este momento porque todavía estamos en una etapa temprana de definición de los detalles", matizó el secretario general de la Alianza Atlántica, que además concluyó dando una mirada más amplia de la situación global.
"En cuanto a Europa y el resto del mundo, cuando discutimos esto con nuestros colegas estadounidenses dentro de la OTAN, hay una evaluación conjunta clara de que lo que sucede en Ucrania o en Europa, y en particular ahora en Ucrania, no es solo un tema entre Rusia y Ucrania o entre Rusia y Europa. También involucra a Corea del Norte, China e Irán", alertó, porque, dijo, "existe una interconexión entre lo que sucede en el Atlántico Norte y en la región Euroatlántica, por un lado, y en el Pacífico, por otro". Eso pide más decisión a la OTAN: "Significa que todos estos escenarios están cada vez más entrelazados. Y desde un punto de vista estratégico, debemos asegurarnos de evaluarlos de esta manera".