El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible estudia medidas para reducir el ruido que genera la actividad de los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y se dispone a lanzar una consulta pública en la que plantea a agentes interesados posibilidades tales como modificar la trayectoria de los aviones y cambios en ciertas maniobras, como de aproximación y despegue, así como incentivar la adquisición de aeronaves menos ruidosas.
Estas opciones figuran en el proceso de información pública que publicará el BOE esta semana, para abrir un periodo de consulta en el que podrán participar ciudadanos, agentes sociales y todo tipo de organizaciones puedan presentar alegaciones y aportaciones a la propuesta base que tiene el objetivo de reducir "mitigar la contaminación acústica" y generar mejoras en la población que vive cerca de estos dos aeropuertos.
En la propuesta que el departamento de Óscar Puente someterá a consulta figuran medidas de distintas categorías. Por ejemplo, entre las encaminadas a reducir el ruido en el lugar donde se genera, apuesta por "estudiar mecanismos para incentivar" la sustitución de aviones más ruidosos por otros que tengan impacto acústico, especialmente por las noches.
Entre los cambios de tipo operativo que podrían reducir el ruido en los aeropuertos madrileño y barcelonés, Transportes plantea la posibilidad de actuar sobre las trayectorias de las aeronaves, la altura de los sobrevuelos y en las maniobras de aproximación y despegue.
En el capítulo de planificación y gestión de los usos del suelo, se plantean mejoras a los planes que ya existen para hacer un urbanismo compatible con la actividad de estos dos aeropuertos, que equilibren los intereses de estas instalaciones con los de la población.
También se prevén medidas de "colaboración activa" con la ciudadanía que vive en los entornos de Barajas y El Prat para "ahondar" en otras maneras de reducir el ruido con grupos técnicos y servicios de atención al ciudadano. Al margen de estas medidas, Aena mantendrá sus Planes de Aislamiento Acústico para garantizar que en el interior de las viviendas y edificios cercanos a los aeródromo cumplen los criterios de calidad acústica.
Estas modificaciones que plantea Transportes ya han sido analizadas por Aena, la Dirección General de Aviación Civil y el gestor de los controladores, ENAIRE y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) supervisará las medidas que se pongan en pie, que forman parte de un plan a más largo plazo para reducir el impacto del ruido en el transporte de aquí a 2030 en cumplimiento de una directiva europea que identifica los entornos de los aeropuertos con más de 50.000 operaciones entre las zonas en las que hay que actuar.