Retiradas, partidos que marcarán una nueva era, imágenes imborrables, títulos únicos... la temporada tenística 2024 ha llegado a su fin y no parece que vaya a ser uno de esos cursos que se pierda en el olvido del bucle de un calendario imparable. Un año único, desde el adiós de Nadal a la medalla de oro de Djokovic, del sorpasso de Alcaraz y Sinner a las sombras del dopaje... para volver a revisar en las hemerotecas cuando la perspectiva de los años nos permita saborear los recuerdos eternos de este año.
La vuelta de Rafa Nadal y el Open de Australia
El humilde torneo de Brisbane, mera 'pretemporada' para los colosos que aspiran al Open de Australia, se convirtió en la cita más esperada del año cuando Rafa Nadal anunció su participación. Todavía no habíamos entrado en el último año de su carrera en el partido de dobles disputado junto a su amigo Marc López el 31 de diciembre, un duelo de pura ilusión que hizo soñar a aficionados de todo el globo con la vuelta del más grande.
Fue una aparición intensa pero fugaz, ilusionante pero breve, opacada rápidamente por la victoria de Jannik Sinner en el Open de Australia. El italiano conseguía colocar en sus vitrinas su primer Grand Slam, su título más esperado, y sembraría la semilla de la revolución total.
Alcaraz gana en Indian Wells y preocupa Djokovic
Las citas primaverales de Estados Unidos trajeron las primeras buenas noticias para España. Carlos Alcaraz sonreía en la foto final de Indian Wells con su trofeo junto a todo el equipo y demostraba que, tras un gran 2023, no había perdido ni un ápice del hambre de títulos.
La preocupación llegaba, no obstante, de nuevo por parte de una de las grandes leyendas, Novak Djokovic. El serbio no hizo un buen papel en su 'Grande' favorito y cayó en segunda ronda en el desierto californiano antes de confirmar que no disputaría el Masters 1.000 de Miami. Incógnitas todas por parte de un tenista que siempre ha jugado con el hermetismo. Volvería a lo grande, él nunca lo dudó.
La guerra Sabalenka - Swiatek y la gira de tierra
Todos los focos apuntaban a las grandes historias del tenis masculino mientras el paso de los torneos WTA calentaban la rivalidad entre las dos grandes dominadoras del circuito femenino. Swiatek llegó intratable a la gira de tierra, Sabalenka empezaba a dar muestras de haber alcanzado un nivel superior y la llegada de Paolini a ese grupo de jugadoras que siempre ponen en apuros a las grandes añadía algo de acento italiano también al circuito femenino.
Fue en esa gira de tierra donde España entera se sobrecogió al conocer el verdadero estado de Nadal. Apenas luchó por despedirse de pie en un Godó al que Alcaraz o asistió por problemas físicos. Ni la leyenda ni su sucesor parecían preparados para las grandes citas del año: Roland Garros y los Juegos Olímpicos en los que conformarían una dupla de época.
Toda duda quedó disipada en Madrid, torneo en el que Nadal volvió a emocionar y en el que se despidió de España entre vítores, espoleado por un cariño que le gritaba que volviera a luchar por triunfar en la tierra de París. Eso sí, no todo fue Rafa, pues también vimos a Paula Badosa completamente rota en rueda de prensa, ese momento exacto en el que su fuego interno despertaría para regalarnos un ascenso total. Todo ello Sin olvidarnos de Sara Sorribes, luchadora incansable repuesta de sus lesiones y capaz de formar una dupla letal junto a Cristina Bucsa. Llegó de mera casualidad y bendita casualidad que permitiría ver a dos españolas levantar el título en Madrid y hacerse con el bronce olímpico en París.
Los Juegos Olímpicos, un sueño para todos
El dedo tembloroso de Novak Djokovic, la imagen de Nadal con la antorcha bajo la Torre Eiffel, el descorazonado llanto de Carlos Alcaraz, las lágrimas de pura rabia y felicidad de Sara Sorribes... Instantáneas de un sueño que fueron los Juegos Olímpicos de París, la gran cita que ya se espera con ansia.
Unos Juegos a los que Alcaraz llegó tras revalidar Wimbledon en un arrollador partido final sobre Djokovic. El murciano, que empezó por detrás de Sinner, su gran rival, en títulos de Grand Slam en 2024, había adelantado al italiano, intratable de nuevo sobre la pista dura para volver a ganar en Estados Unidos e igualar la cuenta.
El transalpino resolvería el empate en una recta final de curso en la que se haría con las ATP Finals y su segunda Copa Davis, con el lastre añadido de un caso de dopaje que todavía le mantiene en el punto de mira. Situación similar vive Swiatek, la gran dominadora del circuito femenino, también inmersa en un proceso que ha afectado directamente a su nivel de juego.
Los nuestros, alejados de la polémica, terminaron 2024 con el colofón final: la retirada de un Rafa Nadal capaz de inspirar al tenis español en busca de un 2025 mucho mejor. Alcaraz lo hará en busca del Open de Australia, su único Grand Slam pendiente, y Badosa desde la posición privilegiada que se ha ganado en cada victoria de un año que ella tampoco olvidará.
Un 2025 que promete emociones fuertes
Las esperadas resoluciones de los casos de dopaje, la paulatina bajada de Djokovic, la vuelta de Kyrgios... hay muchos frentes abiertos de cara a un 2025 que promete tanto o más como 2024, un nuevo año en el que 20 minutos les informará de cada evento del gran deporte de raqueta.
