Tesla con bombas caseras, tarados que atropellan a multitudes en el centro de las ciudades, soldado de presunta élite USA haciendo estallar un cybertruck eléctrico blindado delante del hotel de Trump en Las Vegas, el zumbado alemán de hace unos días... aviones que pierden el tren de aterrizaje, aviones que estallan en el aire, Putin pidiendo disculpas sin decir por qué... la locura del primer cuarto del XXI, yendo todo a mejor en vista panorámica, es terrible. Se juntan guerras, invasiones, sabotajes sin dueño, atentados, enjambres de drones... y los chiflados que se acogen al isis para inmolarse y matar gente.
Ansiolíticos, fallos de trenes por error informático. Nadie sabe en qué año vive. No es extraño el éxito de las raves ilegales como la de Ciudad Real, lo interesante sería saber quién paga los gastos, djs, instalaciones, etc.
Parece que el segundo advenimiento de Trump ejerce sus fascinaciones inversa y directa sobre el atribulado planetoide ...