¿A quién elegirá Macron? Esta es la quiniela para elegir al sustituto del caído Barnier

Emmanuel Macron no lo tiene fácil para elegir al nuevo primer ministro francés: su apuesta ahora parece clara pero no quiere decir que la haga convencido. Tiene que buscar a alguien que guste a la izquierda para no depender de Marine Le Pen y la derecha radical, como ya le ha pasado con el Ejecutivo de Michel Barnier, pero al mismo tiempo ese no es el camino que quiere el Elíseo. Macron se ha dado hasta el final de la semana para decidir, y mientras ya hay varios nombres sobre la mesa, como François Bayrou, Sébastien Lecornu, Bernard Cazeneuve o Cathernie Vautrin.

Tanto los socialistas como los ecologistas dejaron claro este martes que no eran "demasiado optimistas", pero que la lógica es que "ahora pruebe con la izquierda, porque ya ha probado con la derecha". Esa vía, la de Barnier, falló estrepitosamente, con el Gobierno más breve de la V República tras solamente 91 días en el poder. "Queremos un primer ministro de izquierdas y, por lo tanto, corresponde al presidente de la República explicarnos por qué habría de elegir a uno de derechas, como hizo la primera vez", aseveró el líder del PS, Olivier Faure. Tanto él como la jefa de los Verdes, Marine Tondelier, quieren que Macron tenga en cuenta que el Nuevo Frente Popular (NFP) es la fuerza mayoritaria en la Asamblea Nacional.

El Gobierno del conservador Barnier, que ya se aprobó con muchas dudas el pasado verano y apoyado en la ultraderecha, cayó después de que Barnier aprobara el Presupuesto de Seguridad Social por decreto, a través del artículo 49.3 de la Constitución, y saltándose al Parlamento. No tenía apoyos para una votación, incluso pese a ceder ante RN en temas como la energía o las pensiones. Ese paso motivo que el NFP, fuerza mayoritaria de la Asamblea, presentase una moción de censura, a la que sumó los votos del partido de Le Pen.

Desde exministros a eternas opciones

Bernard Cazeneuve es una de las opciones más firmes, y ya sonó en verano para el puesto, pero no gusta al lado progresista. El exministro del Interior ya sabe lo que es ser primer ministro y eso le da cierta ventaja, además de su veteranía y de su buena relación con el presidente. Desde el PS le descartan porque pese a ser un hombre de centro izquierda no quiso dar su apoyo al NFP. Eso le resta muchas posibilidades a la hora de superar una votación en la Asamblea Nacional. También ha quedado en nada la opción del el líder del Movimiento Democrático (Modem), François Bayrou, que también era una posibilidad para Macron. "Lo que pedimos y lo que quieren los franceses es una ruptura con la política realizada hasta ahora", dijo Faure en una entrevista.

Surge en ese escenario el nombre de Sébastien Lecornu, uno de los grandes fieles de Macron que además ha pasado por varios ministerios, como el de Transición Ecológica. Su juventud es un paso importante y desde París se le ve como un perfil importante para poder hablar, llegado el caso, con la derecha radical. De nuevo, es otra figura cuyo centrismo no termina de convencer a las fuerzas progresistas, aunque desde el PS por ejemplo no le han criticado abiertamente.

Da la sensación de que en la actual política francesa el candidato o candidata perfecta no existe. Catherine Vautrin está también en la lista pero no tiene opciones pues la izquierda la rechaza abiertamente porque tiene un perfil muy parecido al de Barnier: su nombramiento podría servir para consolidar los puntos en común entre los macronistas y Los Republicanos, así que supondría repetir la vía fallida por la que se optó en verano. Vautrin, en 2012, participó en las manifestaciones contra el matrimonio homosexual y luchó contra la ley Taubira -sobre la esclavitud- en la Asamblea.

Más veteranía presenta Jean-Yves Le Drian, que también fue ministro en la época de François Hollande y por tanto viene de la vieja guardia del Partido Socialista. Con todo, él mismo parece haberse descartado aunque su experiencia como titular de Defensa en el pasado le da cualidades que pueden encajar bien con las dinámicas del mundo actual. Suena con la misma poca fuerza François Baroin, otro de los más cercanos a Macron que siempre sale como recurso. "Es un político local que procede de la derecha, pero siempre ha mantenido muy buenas relaciones con el PS. Y no tiene nada en contra de la RN. Así que puede encontrar una mayoría sin censura a su alrededor", explica sobre él una fuente citada por Le Parisien.

Castets, el nombre del NFP que Macron no valora

En toda esa quiniela, por último, se mantiene Lucie Castets, que se mantiene desde el verano como la opción del NFP para Matignon. Ella sigue dispuesta, pero para Emmanuel Macron no parece ser una opción precisamente porque ni siquiera se ha sentado con Francia Insumisa. Jean Luc Melénchon, de hecho, ha acusado al presidente de estar "instrumentalizando y tratando de dividir" a la izquierda, así que eso descartaría del todo a Castets que al mismo tiempo es rehén de los diferentes planteamientos en la izquierda: los socialistas están en el compromiso de gobierno con el centro, mientras que los radicales se mantienen en el llamamiento a una elección presidencial anticipada que desbloquearía la situación política.

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