David Caballero Riera fue asesinado durante la mañana del viernes 15 de noviembre en la terraza de la cafetería Trastevere, en la localidad barcelonesa de Montgat, tras dejar a su hijo en la escuela Hamelin. Un individuo se acercó a él y le disparó dos veces en la nuca, acabando con su vida. El autor del crimen se marchó en una motocicleta donde un cómplice le esperaba con el motor arrancado, por lo que lograron huir.
Caballero era el presidente de un club local de fútbol sala, el Barceloneta Futsal, que había fundado junto a varios amigos. Esta fue la culminación de una vida de afición a este deporte, ya que llegó a jugar, durante la década de 1990, en dos equipos catalanes de Primera División: Industrias Santa Coloma y Barça.
El Barceloneta ascendió en 2016 a Segunda División B, donde ha mantenido la categoría desde entonces. De hecho, uno de sus hijastros, Xavi Jaén Jerez, milita actualmente en la plantilla.
Caballero había desempeñado distintos roles en su propio club, incluido el de entrenador. Durante su etapa como técnico, protagonizó un crudo episodio violento en un partido liguero en 2022 ante el Canet de Mar. Después de recibir insultos y escupitajos desde la grada, David Caballero se quitó "la camiseta, cogiendo un bombo, lanzándolo contra el suelo y con la vara intentando agredir a varios aficionados, a los que propinó patadas y puñetazos", según el acta arbitral.
Caballero tenía antecedentes penales, y había sido investigado por delitos de narcotráfico. Según varias fuentes consultadas por Metrópoli Abierta, el apodado 'Bubito' era un "capo de la droga", desde su posición como estibador en el Port de Barcelona.
Una causa abierta por un juzgado de Vilanova i la Geltrú, en la que participaron la fiscalía anticorrupción, los Mossos d'Esquadra y el sector de asuntos internos de la Policía Nacional, involucró a David Caballero, aunque la investigación habría descarrilado debido a la injerencia de terceros. 'Bubito' solo tenía antecedentes por un delito leve de lesiones, aunque estaba citado judicialmente el 9 de diciembre para el juicio en relación con los disturbios ocurridos en el partido de fútbol sala anteriormente mencionado.
Su asesinato, ocurrido a escasos metros del colegio privado donde estudia su hijo, respondería a sus conexiones con los bajos fondos, según la periodista Anna Punsí, quien ha desvelado una buena parte de lo sucedido. "Detrás de esta muerte está el control de varios negocios ilícitos y la investigación de los Mossos se centra ahora en indagar en sus asuntos y sus enemigos", relató la comunicadora.