Mbappé, el 'niño mimado' del Real Madrid: todos lo buscan y lo cuidan, menos Rüdiger, que le pega una paliza

Kylian Mbappé vivió este miércoles el debut soñado en el Real Madrid con gol y su primer título como futbolista del club blanco en la Supercopa de Europa, una noche mágica que hubiera sido imposible sin la colaboración de todos sus compañeros que lo trataron como a un 'niño mimado'... a excepción de Rüdiger.

Los gestos del francés en su debut profesional eran de puro nervio. La titularidad en una final europea era el reto que estaba esperando, pero la tensión se dejó notar en cada uno de sus gestos. En la primera parte no estuvo acertado, se marchó al banquillo haciendo aspavientos antes de una segunda parte para la historia.

Jude Bellinghan se puso el mono de trabajo para sacar balones y rápidamente le tomó como referencia. El papel asumido por el inglés fue el de sacar balones de atrás para conectar con un Mbappé aislado. Los regalos no tardaron en llegar para el francés.

El primero en abrir la lata fue Valverde a pase de un Vinícius sensacional. El brasileño, tan cercano como se había mostrado en los entrenamientos de la pretemporada, fue su primer aliado al buscarle en una ocasión en la que el tiro era, quizás, la opción más favorable. De esa jugada saldría su tanto, a pase de Bellingham, su otro gran aliado.

En la celebración del gol llegaron todas las muestras de cariño. Rodrygo y Vinícius imitaron su celebración y luego llegó en tromba el resto para felicitar al 'nuevo', capaz de cumplir su gran sueño en sus primeros 70 minutos vestido de blanco.

Especial mención merece la 'ensalada de tortas' que le propinó Rüdiger, un gesto ya famoso que no hace más que demostrar que Mbappé también tiene el cariño del central ganado. "Me ha dado por detrás, espero que lo haga muchas veces porque eso es que marcaré muchos goles", dijo entre risas tras el partido.

En la sustitución, abrazo con Brahim y la felicitación de Carlo Ancelotti y de todo el banquillo. Pletórico antes del final del partido, más aún luego, cuando Carvajal le buscó para cederle el trofeo después de que Modric —nuevo capitán tras la salida de Nacho— lo alzara por primera vez al cielo de Glasgow.

La sesión de fotos no fue para menos. Posó como un niño pequeño en solitario y en grupo tanto con jóvenes como veteranos... todos le quieren y él quiere y ya cree, después de una noche en volandas, que puede romper todos los récords en defensa del escudo merengue.

"Esperaba este momento desde hace mucho tiempo... Jugar con esta camiseta, por este escudo, para esta afición...Aquí no hay límites, si puedo marcar 50 goles quiero 50 goles", zanjó en su noche más soñada ante los micrófonos de Movistar+.

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