La IA se utiliza en el 20% de los casos de 'ciberbullying' y más de uno de cada cuatro acosadores son desconocidos

En más de dos de cada diez casos de ciberbullying se ha usado la Inteligencia Artificial (IA) para acosar a la víctima, siendo esta una herramienta usada en mayor medida entre el alumnado de Primaria (26,3%) que en el de Secundaria (20,9%). Así lo refleja el último informe que realizan anualmente la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR sobre acoso escolar, y en el que se evidencia que el 9,4% de los alumnos encuestados dice que él o uno de sus compañeros sufre acoso escolar o ciberacoso.

Los datos constatan la "deriva peligrosa" de la que ya alertó hace unos días la Fiscalía en su última memoria, donde advierte de un incremento de la criminalidad entre menores de edad que usan medios telemáticos o Internet, fundamentalmente en casos de violencia o acoso escolar, en parte por la accesibilidad a este tipo de herramientas y por la ausencia de una normativa que regule todavía estos comportamientos. Casa también con los casos que han ido trascendiendo en los últimos dos años, de adolescentes que usan la IA para manipular imágenes de sus compañeros de clase y mostrarlos desnudos.

Tras encuestar a más de 9.300 alumnos de entre 11 y 14 años y a 454 profesores de centros de varias comunidades, la investigación —La opinión de los estudiantes'— revelan, además, que más de la mitad del alumnado que sufre ciberbullying lo hace durante semanas, y en casi un 10% ese sufrimiento dura más de un año. ¿Los medios más usados para ese acoso online? WhatsApp, sobre todo (72%), seguido de Instagram (44,8%) y TikTok (41,7%). Aunque la vía utilizada varía según la etapa educativa. En Primaria, por ejemplo, los acosadores prefieren usar WhatsApp o TikTok; mientras en Secundaria se utiliza más Instagram.

Además, pese a que la mayoría de los acosadores suelen ser compañeros de la misma clase (46,7%) o de otros cursos (37%), más de uno de cada cuatro (27,2%) son desconocidos. Preguntados por cómo se deberían solucionar los casos de ciberbullying, los estudiantes señalan como principales acciones: la denuncia a las autoridades (65%), hacer capturas de pantalla para demostrar el acoso (60%) y no reenviando los vídeos, las fotos o los memes difundidos de la víctima (54,1%). Destaca también que en torno a cuatro de cada diez alumnos defiende que hay que controlar las redes, privatizar las cuentas o establecer algún tipo de control parental.

Un 9,4% de 'bullying'

La incidencia del acoso escolar, tanto del presencial como del ciberbullying fue del 9,4% en el curso 2023/2024. El dato muestra una bajada de algo unos dos puntos respecto al curso anterior, cuando el mismo estudio evidenció que el 11,8% de los alumnos sufría acoso. Aunque desde la Fundación ANAR precisan que este año la recopilación de datos ha sido distinta y mucho más precisa —se ha insistido mucho en que informasen únicamente de los casos que tuvieran conocimiento real de que había acoso—, por lo que es más complicación hacer una comparativa con años anteriores. De ese porcentaje, el 6,5% fue presencial, un 1,1% online, y un 1,8% mixto.

Los chicos suelen sufrirlo con más frecuencia de forma individual (80%) mientras las chicas suelen ser víctimas de acoso escolar perpetrado por grupos de entre dos y diez personas (28,2% chicas y 19,8% chicos). Aunque las agresiones en grupo siguen siendo las más habituales, se ha producido un descenso de casi 32 puntos porcentuales respecto La mitad de las víctimas padecen acoso durante meses y el 26,6% durante más de un año (16 puntos más que con el ciberbullying).

Los insultos, los motes y las burlas hacia la persona que sufre acoso son la forma más habitual de meterse con la víctima (en casi el 90% de los casos), seguido del aislamiento (43%), la difusión de rumores (27%) o los golpes y patadas (22%). Y, entre los motivos más frecuentes para meterse con la víctima están las "cosas que hace o dice" (en el 58% de los casos) y su aspecto físico (55,5%). Aunque en uno de cada tres casos el motor es que la víctima padece algún tipo de problema personal, ya sea psicológico, de discapacidad o de lenguaje; y en un 15,7% por su cultura, raza o religión.

El 47% no hace nada

La investigación también arroja datos sobre la implicación y la intervención de los compañeros que presencian ese acoso. El 47% de los alumnos reconoce que no hace nada cuando ve un compañero que está siendo víctima de acoso escolar. De hecho, ha bajado tres puntos la proporción de estudiantes que dicen que sí que actúan contra el acoso, lo que, según el director general de la Fundación Mutua Madrileña, evidencia la importancia de "seguir sensibilizando a los adolescentes de la importancia de no callar o reírse" frente a casos de bullying. "Hay que seguir insistiendo en que tomen partido y defiendan a la víctima; o bien que no silencien estas situaciones y las comuniquen de inmediato a padres y profesores para ponerle fin", subraya Cooklin.

Sí que se nota una evolución favorable en la intervención de los profesores, que, según los alumnos, cada vez se involucran más: el 71,4% dicen que sí lo hacen (9,3 puntos porcentuales más que el curso anterior); aunque todavía hay un 28,6% que piensa que los docentes no actúan contra el bullying.

Por su parte, en torno a dos de cada diez profesores dicen tener conocimiento de algún caso de acoso escolar o ciberacoso en su centro escolar; y en la mitad de las situaciones lo sabe porque se lo ha contado el propio alumno afectado, sobre todo en Primaria (en Secundaria suelen ser los familiares quienes denuncian la situación).

La participación del resto de los compañeros de clase y la normalización de la violencia son, para los docentes, la clave de que se produzcan los casos de acoso, seguido del uso indebido de las tecnologías y la falta de respeto a las diferencias. Además, el profesorado describe a los acosadores como alumnos que suelen sentirse superiores al resto, su agresividad, la falta de control, haber normalizado la violencia y problemas familiares.

Mecanismos de denuncia y más atención a los niños

Tanto ANAR como Mutua Madrileña han elaborado este año una serie de recomendaciones, tanto para las familias como para el alumnado y profesorado, para prevenir el acoso escolar. Defienden dejar claro desde el principio en las clases que el colegio no va a tolerar ninguna situación de bullying, así como establecer mecanismos de denuncia y de petición de ayuda visibles, accesibles y confidenciales.

A los padres les recomiendan dedicar tiempo a los hijos y "prestarles atención para identificar cualquier cambio que se produzca en su conducta", ya sea un bajo rendimiento escolar, somatizaciones (dolores de barriga o de cabeza) o retraimiento social.

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