El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha ordenado que las parejas que se divorcien sean enviadas a campos de trabajo para expiar sus "crímenes". El presidente quiere que ambos miembros de la pareja cumplan hasta seis meses de servicio, ya que una separación es vista como "antisocialista".
Hasta hace poco, sólo se castigaba al cónyuge que solicitaba el divorcio, incluso si sufría abusos físicos, tal y como publica el diario The Sun.
Pero ahora, ambos cónyuges se enfrentarán a penas de prisión una vez que se finalice el divorcio.
Los divorcios han aumentado rápidamente desde 2020. Con el inicio de la pandemia de Covid-19, todo el país quedó bloqueado y fue muy difícil para la mayoría de las familias ganarse la vida. Las malas condiciones económicas provocaron el fracaso de muchos matrimonios.
Para evitar que las parejas casadas se separaran durante esta época turbulenta, el gobierno comenzó a castigar a los divorciados.
El año pasado, el estado inició una campaña de educación para evitar que específicamente las mujeres se divorcien.