Sin duda, Jesús Navas es uno de los nombres más destacados en la historia reciente del fútbol español. Su trayectoria ha estado marcada por la constancia, la velocidad endiablada y una lealtad inquebrantable hacia los colores del Sevilla. Además, su paso por el Manchester City y su contribución a la selección española han sido hitos claves en su carrera.
Se formó en la cantera del Sevilla, al que llegó con 15 años y con el que debutó con el primer equipo en noviembre de 2003 de la mano de Joaquín Caparrós, en un partido de Liga en el estadio del Espanyol.
Desde sus primeros partidos, su estilo eléctrico y su capacidad para desbordar rivales en el extremo derecho lo convirtieron en una figura indispensable para el equipo. Pronto se consolidó como titular y destacó por su rapidez, su habilidad en el regate y su precisión en los centros.
Con el Sevilla, Navas vivió algunos de los momentos más brillantes de la historia reciente del club, desde que un pase suyo al malogrado Antonio Puerta supuso el gol ante el Schalke 04 (1-0) que dio en 2006 al club de Nervión el pase a la final de la extinta Copa de la UEFA, la primera europea de la entidad hispalense.
Fue una pieza clave en la conquista de esa UEFA y de otra más al año siguiente y también de dos Europa League, dos Copas del Rey, una Supercopa de España y una Supercopa de Europa, ocho trofeos que le hacen ser también el futbolista que más títulos ha logrado con la camiseta del Sevilla.
Su compromiso con el equipo lo llevó a convertirse, con diferencia, en el jugador con más partidos disputados en la historia de la entidad hispalense (705), un récord que simboliza su fidelidad al club que lo vio nacer futbolísticamente.
En el verano de 2013, Navas emprendió una nueva etapa en su carrera al fichar por el Manchester City por 20 millones de euros. Durante las cuatro temporadas que pasó en los citizens, Jesús Navas contribuyó al éxito del club, ayudando a ganar la Premier en la temporada 2013-14 y dos Copas de la Liga, primero bajo la dirección primero de Manuel Pellegrini y después con Pep Guardiola. Fue el técnico catalán el que empezó a utilizarlo como lateral derecho y, de vuelta a Sevilla para su segunda etapa en 2017, se asentó en esa posición y también consolidó su figura como un auténtico ídolo.
Además de su destacada carrera en clubes, Navas también ha dejado una huella imborrable en la selección española. Debutó en 2009 y fue parte del equipo que conquistó el Mundial 2010, donde su aportación fue crucial en momentos decisivos, como la contra que culminó con el gol en la final contra Holanda de Andrés Iniesta.
Dos años después, volvió a brillar en la Eurocopa 2012, que ganó España. Su gol en los últimos minutos contra Croacia durante la fase de grupos destacó su capacidad para aparecer en momentos clave.
El sevillano, también campeón con la selección en la Liga de Naciones 2023 y en la Eurocopa 2024, es el jugador con más títulos en la historia del combinado español, el único de Europa en ganar un Mundial, dos Eurocopas y una Liga de Naciones, además del jugador más veterano en lucir la camiseta española.
Su impacto va más allá de trofeos y récords. Para los sevillistas, Navas representa los valores del club –coraje, humildad, compromiso–, mientras que para el fútbol español, es un icono de una generación que cambió para siempre la historia de este deporte. Y para los aficionados, será recordado como uno de los extremos más consistentes y talentosos.
