El BBVA ha remitido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una serie de medidas que considera "inéditas" para garantizar la inclusión financiera, el crédito a las pymes y la competitividad, especialmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana. El banco lo hace con el fin de facilitar una pronta autorización del supervisor de Competencia de la fusión que pretende llevar a cabo con el Banco Sabadell si prospera la opa lanzada por el grupo vasco sobre la entidad catalana, después de que la CNMC decidiera profundizar en el análisis de la operación.
Estos compromisos, argumenta el BBVA, mitigan en gran medida los riesgos identificados por la CNMC, "muy focalizados en determinados territorios", si bien el banco continuará colaborando "estrechamente" para culminar "cuanto antes" el acuerdo de compromisos -"remedies" en el argot- y la autorización del expediente.
"Los compromisos presentados superan los acordados en operaciones anteriores del sector financiero español, algunos de forma significativa. Se trata de medidas sin precedentes para impulsar el crédito a las pymes, un segmento clave donde queremos seguir creciendo, y asegurar el acceso a servicios bancarios en todos los territorios", ha señalado el consejero delegado del BBVA, Onur Genç.
En su análisis de la operación del BBVA y el Banco Sabadell, la CNMC decidió iniciar una segunda fase de análisis para medir la eficacia de los compromisos presentados por el grupo vasco para mitigar riesgos relacionados con pymes y concretar los del mercado de adquirencia. Según explica el BBVA, la CNMC identificó determinados riesgos "muy acotados", que el banco aborda ahora en los compromisos presentados, que tendrán una duración de 3 años, "salvo que se indique lo contrario".
Con el objetivo de asegurar el mantenimiento del crédito a pymes en el conjunto de España, el BBVA se compromete a garantizar la continuidad de las líneas de capital circulante (créditos con plazo de terminación o renovación igual o inferior a 1 año) que el Sabadell tuviera vigentes durante 18 meses, salvo deterioro financiero. Durante el mismo tiempo mantendrá todo el volumen de crédito a pymes que no tengan otro proveedor financiero distinto al BBVA o al Sabadell.
Inclusión financiera
Para garantizar la inclusión financiera, el BBVA se compromete a no cerrar oficinas cuando no haya otra (del BBVA o del Sabadell) a menos de 300 metros de distancia. Tampoco echará el cierre de sucursales en aquellos códigos postales con un nivel de renta per cápita inferior a 10.000 euros.
El banco asegura que no abandonará municipios (ni sustituirá por un agente, autobús bancario u otros medios) en los que haya menos de tres competidores y a los clientes de estos municipios se les ofrecerá el servicio Correos Cash gratis dos veces al mes.
Mantener el servicio de caja con el mismo horario comercial de las oficinas del Sabadell en estos municipios es otra de las promesas del BBVA, que creará una cuenta específica para clientes vulnerables, sin comisión de apertura ni de administración y mantenimiento, con una tarjeta de débito gratuita y transferencias en canales digitales gratuitas e ilimitadas, entre otras condiciones.
Para mantener las condiciones comerciales de clientes particulares y pymes, el BBVA se ha comprometido ante la CNMC a mantener las condiciones comerciales en los códigos postales en los que haya menos de cuatro entidades financieras. Además, para las pymes de estos códigos postales, los precios del nuevo crédito no excederán los precios medios aplicados a nivel nacional. El banco asegura que no cerrará ninguna de las oficinas de Banco Sabadell especializadas en empresas en todo el territorio nacional.
De forma más general y sobre el acceso a cajeros automáticos, el BBVA se compromete a mantener el acceso al parque de cajeros del Sabadell a todos los clientes de las entidades pertenecientes a red Euro 6000, durante un periodo de 18 meses o, en su caso, hasta la fusión de las partes (en caso de que BBVA ponga fin al acuerdo existente entre Banco Sabadell y los bancos de la red Euro 6000). Asimismo, BBVA ha propuesto, en línea con operaciones precedentes, la venta de los excesos de participaciones en sociedades de gestión de pagos.