El PP de Alberto Núñez Feijóo comenzó 2024 cogobernando con Vox en cinco comunidades autónomas y centrando su oposición en la lucha contra la amnistía. Y lo acaba despegado de la formación que le hizo mella en las generales de 2023 y "mordiendo donde le duele" al PSOE. El líder popular ha dado este año con la tecla al centrar su ataque en el "carrusel judicial" del Gobierno ante las causas judiciales que le rodean. Todo ello, al mismo tiempo que ahondaba día a día en la "debilidad" parlamentaria y, también, avanzaba en su propia agenda social. En Génova 13 cierran el año con más optimismo de lo que lo empezaron.
12 de julio. La fecha en la que Vox amenazaba con desestabilizar los gobiernos autonómicos acabó por convertirse en una "hazaña" del PP. Los de Santiago Abascal se salieron de los gobiernos de Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura en señal de protesta por las negociaciones que estaba manteniendo el PP con el PSOE de cara a un pacto migratorio —que a día de hoy sigue sin cerrarse— para hacer frente a la crisis que siguen asumiendo sobre todo Canarias y Ceuta. Feijóo se plantó ante las amenazas que finalmente llevarían a cabo sus antiguos socios. Estuviera o no calculado, seis meses después de aquello el equipo de Feijóo hace un buen balance de la situación.
Todo pese a que ahora vuelvan a poner en riesgo la estabilidad presupuestaria en estas comunidades en las que el PP no tiene mayoría parlamentaria. "Tendrá que decidirse si quiere facilitar el cambio en España o quiere impedirlo", advirtió el propio Feijóo en su balance de año. Y es que, según el PP, "nadie" vota a Vox para que sirva como arma para que el PSOE pueda usar contra el bloque de la derecha. Por lo tanto, creen que los de Abascal acabarán por facilitar las cuentas municipales y autonómicas, aunque sea de forma "asimétrica", es decir, en unas comunidades sí y en otras no, para después, a nivel nacional, poder exigir el PP lo mismo al Gobierno. Por otro lado, porque creen haber roto con la principal baza electoral del PSOE: "El miedo a Vox ha decrecido porque ya han gobernado", dicen fuentes populares, haciendo hincapié en los meses en los que han cogobernado no han marcado su agenda.
Con esta última lectura le dan la vuelta a las últimas encuestas del año que le otorgan una vitoria a Feijóo ante unas hipotéticas elecciones, aunque todavía con los votos indispensables de Vox. No obstante, en Génova aseguran que ya no es un impedimento para ellos como sí lo eran hace un año. Como tampoco lo son, dicen, los nuevos acuerdos puntuales con Junts y PNV, con quienes hizo pinza en el último pleno del Congreso de diciembre para tumbar la prórroga que planeaba el Gobierno al impuesto energético, tratando de evidenciar con ello la "debilidad parlamentaria" de Pedro Sánchez.
En todo caso, ante las posibles críticas por estos acercamientos, los populares subrayan que la diferencia con el PSOE es que ellos no pactan con nacionalistas o independentistas a cambio de "contraprestaciones para sobrevivir" en el poder. Feijóo también alega que no le importa pactar con ellos si esto sirve para cumplir con su programa electoral y bajar impuestos a los españoles.
Así, en Génova apuntan a que volverán a alinearse con estos partidos en el nuevo año si la Mesa del Congreso acepta tramitar la iniciativa de Carles Puigdemont para instar a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. El PP, como advirtió su portavoz nacional, Borja Sémper, no ve motivos para oponerse a ello. En todo caso, el líder del PP mantiene abierta su oferta de sumarse a toda formación que quiera presentar una moción de censura contra Sánchez.
"Carrusel judicial" y agenda social
Mientras tanto, Feijóo continúa centrando el tiro en el "carrusel judicial" del Gobierno, del PSOE y del entorno del presidente. Un asunto con el que la oposición cree haber "mordido donde más le duele al PSOE", ya que llegó al Gobierno precisamente prometiendo acabar con la corrupción por la que ahora mismo se le investiga en distintos juzgados. Si con la amnistía calculan haber captado el socialista desencantado —pudieron comprobarlo en las elecciones europeas de junio de 2024—, con las causas judiciales creen estar más cerca de su objetivo de ampliar su espectro político alimentándose del centro-izquierda. De hecho, fuentes cercanas a Feijóo apuntan a que de haber elecciones, crecerían en todos los territorios menos en la Comunidad Valenciana debido a la gestión de la DANA.
En la última Junta Directiva Nacional del PP, Feijóo hizo su propio repaso del año sobre los escándalos judiciales del Gobierno ante la plana mayor del partido: "En febrero estalla el caso Koldo y empiezan las detenciones, en abril imputan a Begoña Gómez [por tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo], en octubre se produce la imputación del fiscal general del Estado [por revelación de secretos] y la dimisión del feminista Íñigo Errejón [por agresión sexual] y en noviembre imputan al hermano de Sánchez [por prevaricación y tráfico de influencias] y al exministro José Luis Ábalos [por tráfico de influencias, organización criminal, cohecho y malversación].
Mientras tanto, el PP ha tratado de marcar perfil propio apostándolo a la agenda social. Así, en mayo anunciaron que se pondrían a trabajar en una nueva ley de vivienda que presentarán en las próximas semanas para luchar contra la okupación e inquiokupación e incentivar el acceso a la vivienda, por ejemplo, bonificando a los caseros que retomen el alquiler y suprimir el impuesto de donación para la primera casa de los jóvenes. También, en septiembre arrancaron el curso político lanzando su ley de conciliación con escuelas infantiles gratis, banco de horas o ayudas para la reincorporación de la mujer al trabajo, así como otras propuestas dedicadas a las familias numerosas. Además, el PP alcanzó un acuerdo con el Gobierno de Canarias para hacer frente a la crisis migratoria con un criterio de reubicación de menores no acompañados.
"Cada vez que el Gobierno dice que no escuchan alternativas ni propuestas del PP, mienten. Lo que pasa es que las propuestas y alternativas del Partido Popular, las proposiciones de ley que aprueba el Partido Popular en el Senado están paralizadas en la Mesa del Congreso por la señora Francina Armengol. Probablemente porque el Gobierno tenga miedo de que las podamos aprobar y que la oposición escriba en el BOE, como hemos hecho la semana pasada con esas enmiendas que hemos aprobado para ahorrar 6.500 millones de euros a todos los españoles", reivindicó la portavoz adjunta popular, Ester Muñoz, en vísperas del balance oficial de Feijóo.
En este discurso, el líder popular sacó pecho de sus logros: "La primera preservar la independencia de la justicia con la reforma del CGPJ de nuestro programa electoral. La segunda, aprobar la ley, bloqueada durante tres años, para proteger a los pacientes de ELA y cuya financiación reitero en este fin de año al Gobierno. Recientemente, ahorrar 6.500 millones de euros en impuestos a los españoles frente a un Gobierno que ha recaudado este año 140.000 millones más que en 2018. Y en cuarto lugar, las 14 leyes aprobadas por el Partido Popular y bloqueadas en el Congreso".