Con la llegada de la Navidad viene también una época en la que se cambia por completo la manera de comer. Dejamos de lado los menús habituales, esos que preparamos en el día a día, y pasan a ser protagonistas de nuestras mesas alimentos que solo tomamos en ocasiones especiales o recetas que reservamos para momentos de celebración. En España además, es habitual que el consumo de marisco aumente, pues no son pocos los hogares en los que solo se toma en fechas concretas.
También es bastante habitual excedernos en las cantidades en la época navideña, no solo comemos cosas más especiales, también lo hacemos en cantidades mayores. Esto hace que en ocasiones no seamos conscientes de los peligros que esos alimentos pueden ser si no se consumen con moderación, porque algunos riesgos aumentan tanto si comemos siempre lo mismo como si lo hacemos sin medida durante estos días del año. Sucede con el colesterol y algunos populares mariscos que se consumen más en Navidad.
Los tres tipos de mariscos que más aumentan el colesterol
El marisco se come durante todo el año, pero en celebraciones su ingesta suele aumentar, algo a lo que conviene prestar atención, sobre todo en el caso de la Navidad, donde son varios días de festejos. Los crustáceos son los que más colesterol aportan: las gambas, los langostinos y las cigalas. Estos tres aportan 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos de alimento, según la Fundación Española de Nutrición. Merece también la pena señalar a cefalópodos como el calamar, que tiene niveles de colesterol parecidos.
Los expertos recomiendan mantener la ingesta de colesterol por debajo de 300 miligramos diarios, por lo que un consumo moderado de estos mariscos será la mejor estrategia para quienes tengan hipercolesterolemia o problemas cardiovasculares. Más allá de esa recomendación de un consumo moderado y siempre mejor en el marco de una alimentación equilibrada y saludable, lo cierto es que el marisco, a pesar de esas elevadas cantidades de colesterol que conviene, no es tan peligroso para la salud como otros alimentos, porque en su caso, la mayor parte de este colesterol se encuentra en la cabeza, por lo que si esta no se consume, el aporte será menor.
Además, los mariscos destacan por ser bajos en gasas, sobre todo bajos en grasas saturadas, lo que podría mitigar los efectos sobre el colesterol LDL o malo, porque el colesterol dietético que contienen impacto limitado a la hora de afectar los niveles de colesterol de quien los consume, al contrario de lo que sucede con las grasas saturadas.
Alimentos que suben el colesterol
Como hemos visto, no siempre sabemos qué alimentos hacen que nos suba el colesterol y cuáles no, porque muchas ocasiones el impacto que tienen sobre nuestra salud es complejo y son muchos los factores que influyen. Sin embargo, conviene evitar los alimentos ricos en grasas saturadas, que sí que se ha demostrado que pueden tener un impacto negativo en nuestros niveles de colesterol LDL.
Algunos de estos alimentos son los lácteos enteros, la nata o la mantequilla, algunos quesos, las carnes rojas (ternera, buey, cordero) y la piel de otras, como la del pollo, fiambres y embutidos, vísceras y casquería, bollería industrial y productos ultraprocesados. Otros alimentos que son ricos en colesterol, como los huevos y el marisco, pueden consumirse con moderación sin llegar a perjudicar la salud cardiovascular.
Referencias
¿Comer ciertos alimentos puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol? (s. f.-c). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/high-blood-cholesterol/in-depth/cholesterol/art-20045192#