Ahora que la actualidad reposa en un desfile de juzgados, un compás de acusaciones y declaraciones, ante un periodo de debate sobre lo falso y la verdad frente a bulos y engaños, cabe preguntarse si la mentira puede detectarse. ¿Qué dice al respecto la ciencia?
La mentira implica procesos complejos, y las señales de engaño no son siempre fiables. Tanto inocentes como culpables pueden experimentar emociones similares, como nerviosismo o ansiedad, lo que dificulta la distinción. Mentir exige al cerebro un incremento de su actividad cognitiva. Debe, de forma simultánea, inhibir la respuesta verdadera, inventar una historia alternativa, fabricar un discurso que resulte coherente, controlar su propia conducta y monitorear la reacción del interlocutor. No está mal como sobreesfuerzo. ¿Cómo detectar al mentiroso? Aquí van unos tips para cazarlos.
Lenguaje no verbal
A menudo las emociones de culpa o nervios se filtran a través del lenguaje no verbal. Las micro-expresiones son automatizadas, delatoras e involuntarias. Al mentir, la gestualidad suele reducirse. Esto ocurre porque el cerebro está ocupado articulando todo que hemos indicado en el párrafo anterior.
La ansiedad, por lo general, produce enrojecimiento de la piel, sudoración o tics. Algunos ensanchan sus fosas nasales, las pupilas se dilatan y aparecen repentinos picores por el cuerpo. El mentiroso, sin darse cuenta, puede taparse la boca o colocar objetos como barrera entre su cuerpo y el de quien le pregunta. Busca una mayor comodidad para paliar los nervios, así que cruzará las piernas o cambiará de peso el cuerpo.
El paralenguaje es otro indicador clave. La mentira puede generar cambios en el volumen y tono de la voz, por ejemplo, hacia uno más agudo. Entre los mecanismos defensivos, el más habitual recae en la sonrisa exagerada o la risa nerviosa, pero podemos fijarnos también en los ojos: si la mirada se dirige hacia la derecha, podría indicar que el individuo está tirando de imaginación, más que de memoria.
El discurso
Las palabras nos traicionan. El mentiroso puede utilizar frases hechas o repetir la pregunta para ganar tiempo. Es posible que adopte la tercera persona, es un mecanismo natural de distanciamiento de la falsedad, e incluso podría equivocarse en los tiempos verbales a lo largo de su narración.
La mentira se construye en orden cronológico, por tanto, si se le pide al sospechoso que cuente la historia al revés, podríamos detectar si se lo está inventando. Le va a costar más narrarlo a la inversa. Además, un relato excesivamente ordenado o el uso de negaciones absolutas, también pueden ser síntomas de engaño.
A veces, los mentirosos tratan de compensar su engaño proporcionando demasiada información. Insisten en detalles innecesarios para parecer más convincentes. Además, un relato falso suele carecer de la carga emocional genuina que acompañaría una situación real. Parecerán más fríos y distantes.
Modelos de interrogatorio
No son señales infalibles, pero sí son patrones susceptibles de análisis, y se estudian a menudo en las entrevistas policiales. En los años 50 el psicólogo estadounidense John E. Reid creó el Método REID. Se sigue usando sobretodo en EEUU, en interrogatorios enfocados a delitos graves o de alta complejidad. Esta técnica, empleada a menudo por el FBI, ha sufrido ciertas críticas. El nivel de coerción llega a inducir falsas confesiones. Se somete al sospechoso a un estrés elevado para favorecer la confesión.
En la década de los 90, como contraposición al REID, surgió el modelo PEACE. Creado en Reino Unido, aporta un enfoque menos duro y es el que suele usarse en Europa, Canadá o Australia. Se busca crear un clima más distendido y de persuasión para conseguir la verdad. Tanto las reacciones físicas como la conducta verbal, son analizadas a lo largo de ambos métodos policiales.
Es importante diferenciar credibilidad de verdad. La psicología del testimonio es una rama de la psicología jurídica que se centra en analizar cómo las personas perciben, recuerdan y comunican eventos, en especial en contextos legales. Su objetivo es evaluar la credibilidad de los testimonios en relación a los factores que pueden influir en la memoria y la fiabilidad de los testigos.
Los recuerdos sufren variaciones con el tiempo. La memoria pasa por filtros, ni de nosotros mismos podemos fiarnos.
En términos judiciales, los tribunales suelen centrarse en la credibilidad como indicador indirecto de la verdad. Se estudia la coherencia del relato, las contradicciones o su concordancia con respecto a otras pruebas. Después, se evalúa la motivación o parcialidad, esto es, si el testigo tiene algún interés personal, emocional o económico que pueda influir en su postura. En último lugar, se revisa su capacidad de percepción, si el testigo estaba en las condiciones necesarias para percibir u observar lo que está narrando. Además, los recuerdos sufren variaciones con el tiempo. La memoria pasa por filtros. Ni de nosotros mismos podemos fiarnos.
Por ello, en los tribunales, más allá de determinar lo "verdadero" en un sentido absoluto, se valora si el relato resulta creíble y convincente dentro del marco de la evidencia presentada. Se puede decir la verdad incluso estando equivocados, o mentir descaradamente, claro.
Método REID o método PEACE, ambos tienen sus pros y sus contras. Se puede tratar de forzar la verdad, o buscarla de forma sutil. Pero en ningún caso el resultado estará garantizado. Al final, la mentira forma parte de nuestra naturaleza. Los animales también engañan. Lo hacen por supervivencia: se camuflan, adoptan formas de distintas especies o imitan sonidos de otras criaturas para despistar depredadores. Los humanos también mienten para salvarse de algo. Estas técnicas pueden servirnos para estar más alerta, pero han de tomarse con cautela, ya saben, las apariencias engañan.