Oro blanco: el alimento que actúa como probiótico natural mejorando la flora intestinal

Una alimentación equilibrada requiere cierto trabajo de planificación, pero también de recabar información que pueda ayudarnos a saber qué cosas conviene tomar en mayor cantidad, qué otras deben ser de consumo puntual y cuáles son las que deberíamos evitar en la medida de lo posible. Una vez establecido esto, conseguir que los menús sean variados es más sencillo si abrimos la mente y nos dejamos seducir por ingredientes o recetas que no son habituales en España, pero que pueden ayudarnos a cubrir todas las necesidades alimenticias que tenemos y hacerlo de manera original.

Aburrirse no es una opción en la mesa, porque existen numerosas recetas que podemos probar siempre que queramos salirnos de la rutina, probar nuevos sabores que importamos desde otros lugares del mundo. Si escogemos alimentos cuyas propiedades sean buenas para la salud, mejor todavía. Esto es precisamente lo que sucede con el oro blanco o chucrut, un plato típico de la cocina alemana que cada vez es más frecuente en nuestras casas porque además de aportar un toque diferente a nuestros platos, es un estupendo probiótico natural que mejora nuestra flora intestinal.

Chucrut: el probiótico natural que mejora la flora intestinal

El chucrut se elabora a través de la fermentación de las hojas frescas del repollo o de la col, durante la fermentación, las bacterias y levaduras del repollo entran en contactos con los azúcares que libera, produciendo ácido láctico, lo que promueve el crecimiento de probióticos. Además, es fuente de nutrientes, que incluyen vitaminas A, B1, B2, B6, ácido fólico, C y K2, y minerales como calcio, hierro, potasio, sodio o fósforo.

Por ser rico en vitamina C y hierro, ayuda a reforzar el sistema inmune, también tiene propiedades antioxidantes, también contiene menaquinona, gracias a ello protege la salud de los huesos y reduce el riego de desarrollar enfermedades cardiacas mientras ayuda a disminuir el colesterol. Sin embargo, es por sus efectos como probiótico por lo que es más conocido, mejorando la salud general del organismo.

Su consumo mejora la digestión, ayuda a aumentar la absorción a nivel intestinal de nutrientes, favorece la digestión de la lactosa y combate la acidez. Además, ayuda a mantener la salud del intestino, evitando el desarrollo de enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o el síndrome de intestino irritable. Puede emplearse en dietas para perder peso, porque no aporta demasiadas calorías y es rico en fibra.

Como favorece el buen funcionamiento del intestino, también se le considera un alimento que puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, gracias a la conexión entre el cerebro y el intestino. La salud de uno favorece la del otro.

Cómo preparar chucrut

Si queremos incorporar el chucrut a nuestra dieta podemos comprarlo ya preparado y asegurarnos de que contiene los ingredientes que nos favorecen, pero otra opción es fermentarlo nosotros mismos en casa. Para prepararlo solo es necesario tener col y sal.

Es importante quitar las hojas exteriores de la col y, una vez cortado en tiras, lo colocamos en un bol hondo y le añadimos la sal gruesa (la cantidad de sal dependerá de la cantidad de repollo, tendrá que ser un 2% del peso de la verdura). Mezclamos bien con las manos, masajeando el repollo para que se empiece a ablandar y dejamos que repose durante unas horas a temperatura ambiente, para que la col pierda todos sus jugos. Pasado ese tiempo, escurrimos bien la col (apretando con las manos si es necesario) y reservamos el agua que ha soltado.

Metemos poco a poco la col en un bote, presionando bien con la ayuda de una cuchara o un mortero para que no quede aire, añadimos el agua que hemos reservado hasta que cubra bien y dejando un centímetro de aire aproximadamente y creamos una tapa sobre la col con una de las hojas exteriores que hemos quitado antes, para evitar que los trozos de repollo puedan flotar en el líquido. Ponemos peso encima y dejamos que repose para que se compacte bien.

Pasadas un par de horas, quitamos el peso, rellenamos con más líquido si fuera necesario y cerramos el bote, colocándolo sobre un plato, porque durante la fermentación puede salirse el líquido. Una vez hecho esto, solo hay que dejar que repose durante tres semanas en un lugar seco y oscuro. Una vez pasado ese tiempo, se puede guardar en la nevera para una buena conservación.

Referencias

Probióticos y prebióticos: lo que debes saber. (s. f.). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/expert-answers/probiotics/faq-20058065

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