El Ministerio de Hacienda tiene un firme cometido: sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este 2025. Algo que la vicepresidenta y responsable de este departamento, María Jesús Montero, priorizará frente a su candidatura a la Secretaría General del PSOE de Andalucía, que anunció este miércoles ante los militantes en la sede socialista de Sevilla. Fuentes cercanas a la ministra aseguran que Montero presentará las cuentas públicas cuando haya una perspectiva real de que las puede sacar adelante, es decir, cuando tenga asegurados los apoyos de todos sus socios. Esa será su meta antes de dedicarse "de lleno" al PSOE andaluz que prevé liderar tras la renuncia del aún secretario general del PSOE-A, Juan Espadas.
Las citadas fuentes aseguran que el Gobierno se empleará "a fondo" para sacar adelante las cuentas con la vista puesta no solo en presentarlos sino en aprobarlos. Para ello y pese a que Pedro Sánchez dijo que los presentarían en el primer trimestre de este año, fuentes gubernamentales no descartan que pueda haber un retraso en el caso de que las negociaciones se compliquen. En Moncloa reconocen que la situación con Junts no era la mejor al final del año, cuando pidieron que Pedro Sánchez se sometiese a una cuestión de confianza en el Congreso, pero las negociaciones siguen su curso y aunque no será "fácil" esperan que los de Carles Puigdemont les terminen apoyando.
Para ello, se volcarán en unas negociaciones que reconocen complicadas, aunque no más que las que llevaron a cabo para sacar adelante la reforma fiscal. De hecho, confían en que la negociación llegue a buen puerto viendo los resultados de aquella, que se aprobó tras unas tensísimas conversaciones que magullaron la relación entre el Gobierno y sus socios de izquierda. También tuvieron consecuencias, ya que Junts y PNV unieron sus votos al PP y Vox para suprimir el actual gravamen a los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, lo que torpedeó el cumplimiento del acuerdo del PSOE con sus aliados de izquierda de convertir este impuesto en definitivo.
En cualquier caso, tanto la senda de déficit -el paso previo a los PGE- como los Presupuestos llegarán a la Cámara Baja cuando el Gobierno esté seguro de que hay "perspectiva real" de que puedan ser aprobados. Con el fin de que la haya, Moncloa se abre a hacer un "esfuerzo", como podría ser dar más margen de gasto a las comunidades y ayuntamientos. Pero Montero tendrá que enfrascarse en esta ardua negociación mientras se celebra el proceso congresual en el PSOE de Andalucía.
Las presentación de precandidaturas finaliza este viernes 10 de enero y las primarias se celebrarán el 1 de febrero. Es decir, las conversaciones para aprobar las cuentas coincidirán con las primarias del PSOE andaluz, que concluirán con un Congreso que se celebrará en Granada el fin de semana del 22 y 23 de febrero. En conversación informal con los periodistas, Montero ha asegurado que este es "un reto muy importante" para ella, en el que pretende contar con Juan Espadas.
Por otro lado, fuentes del Gobierno señalan que no les preocupa que la financiación singular para Cataluña que ha defendido Montero colisione con los intereses del PSOE andaluz. Sostienen que si eso fuese así los militantes no la habrían avalado.
En todo caso, este asunto junto con la compatibilidad de su cargo orgánico como Vicesecretaria general del PSOE con la Secretaría del PSOE-A son dos asuntos que dejarán en un segundo plano frente a la negociación presupuestaria. Eso sí, desde su entorno creen que tanto la Vicepresidencia, como el Ministerio de Hacienda y la Vicesecretaría son compatibles con la candidatura y el eventual liderazgo de Montero al frente del PSOE-A.
Todo ello con la perspectiva de que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, no adelantará los comicios autonómicos. No lo creen así las fuentes consultadas, que recuerdan que el barón popular tiene mayoría absoluta, por lo que ven muy improbable que convoquen nuevos comicios, lo que dará tiempo al próximo líder del PSOE andaluz a trabajar su campaña.