Trocear las medidas del decreto ómnibus, estudiar cuáles son las que reúnen más consenso, plantear todas pero divididas o volver a presentar el mismo decreto... El Gobierno se enreda con la fórmula para resucitar iniciativas de tanto calado como la subida de las pensiones o las ayudas al transporte. Cuando el decreto ómnibus fue rechazado en el Congreso, surgió una pregunta que cada día coge más peso: ¿y ahora qué?
Tanto el PP como Junts aseguraron que estarían de acuerdo con determinadas medidas, pero no con todas, mientras que los socios de izquierda piden aprobarlas en su totalidad. Desde Moncloa atajan la encrucijada señalando la "irresponsabilidad" de los que habían votado en contra. Sin embargo, la inquietud por resucitar esas medidas no concede ese tiempo al Gobierno, cuyos ministros no aciertan en un mensaje unánime ni claro al respecto.
La primera directriz —que aún persiste— sigue siendo exigir explicaciones al PP y más tímidamente a Junts sobre su rechazo al decreto o, al menos, que expliquen cuáles son los puntos en los que no están de acuerdo. Sin embargo, cuando los distintos miembros del Gobierno tienen que responder cuál es su 'plan B' para aprobar medidas que consideran esenciales para los ciudadanos, las respuestas son dispares y nada claras.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apeló este viernes a la "responsabilidad" y al "sentido común" del PP y Junts para aprobar el decreto ómnibus que ya rechazaron el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados. Aseguró que además de la subida de las pensiones y las ayudas al transporte, hay otras medidas sociales en ese decreto que el Gobierno ya negoció con todos los grupos en el mes de diciembre. Entre las mismas, la suspensión de los desahucios a las familias vulnerables o la prohibición de cortar los suministros eléctricos a las familias en riesgo de exclusión.
Pero ni todas las voces del Gobierno dicen lo mismo ni todos los socialistas tienen la fórmula tan clara. Sumar, la otra parte de la coalición, urge a Sánchez trocear las medidas para aprobar lo más pronto posible las del escudo social, como las pensiones o las ayudas al transporte. Pero también hay diferencias en los mensajes que lanzan los miembros socialistas. Frente a presentar el mismo decreto ómnibus, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, optó por estudiar todas las medidas para ver cuáles generan mayor consenso, alegando que si las "desmenuzaban", sería más difícil que las volviesen a rechazar.
Por otro lado, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, reconoció que están buscando "soluciones" para garantizar que "se suben las pensiones o se baje el precio del transporte público", sin aludir a un nuevo decreto ómnibus. En todo caso, señaló que lo que no le parecía un "buen método es ir troceando". "Este oficio va de eso, cada día tragarte un sapo y al día siguiente olvidarte para poder tragarte el siguiente", resolvió el ministro sin concretar cuál sería la fórmula planteada.
El ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, planteó al PP —con cierta ironía— una fórmula alternativa a la "teoría del troceo": incorporar las 90 medidas menos una, alegando que el PP solo rechaza la del palacete del PNV, por lo que tendría que aprobar el decreto si este punto desaparece.
Y entre tanto enredo de fórmulas, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, dejó tres mensajes claros. De momento seguirán pidiendo explicaciones al PP, es decir, mantendrán la estrategia de desgaste; el objetivo del Gobierno es que "salga todo" lo que incorporaba el decreto ómnibus, pero no tienen claro "cómo" lo van a hacer.