Europa viaja a su pasado más oscuro este martes con la conmemoración de los 80 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, el 'centro neurálgico' del desastre, de la inhumanidad y de un Holocausto que, repiten los líderes europeos, no se puede volver a repetir. Ese núcleo de poder político se dará cita en Polonia para recordar aquello que todavía hoy en día recuerda los momentos más negros de un continente reconstruido para la paz. El que fue el 'laboratorio' del horror de Adolf Hitler y la prueba del mayor genocidio será estos días punto de recuerdo y de recogimiento; de memoria.
El acto oficial de este lunes en el que se espera que participen una veintena de jefes de Estado contará con la presencia de los reyes, según ha confirmado el Gobierno y Zarzuela. Felipe VI y la reina Letizia viajarán acompañados del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ya que este aniversario se ha enmarcado dentro de los actos que a lo largo de todo 2025 se van a llevar a cabo para conmemorar la muerte de Franco y los 50 años de libertad en España.
La ceremonia, en la que tendrán un papel destacado los supervivientes que aún quedan del campo de exterminio en el que se estima que los nazis asesinaron a alrededor de 1,1 millones de personas, arrancará a las 16.00 horas. Fuentes del comisionado de 50 años de España en Libertad recuerdan que este campo es el símbolo de la barbarie a la que pueden llegar los regímenes autoritarios.
La Alemania nazi alojó a un total de 9.161 presos republicanos en sus campos de concentración y 5.166 de ellos murieron ejecutados o víctimas de la vida en los campos de concentración. Es decir casi el 60% del total. En concreto, a Auschwitz fueron enviados 28 presos y presas políticas españolas, 33 personas de origen judío nacidas en España y una mujer y un hombre de origen gitano también nacidos en España.
El aniversario es una fecha clave marcada en el calendario para todos los países europeos, que tendrán presencia en Polonia esta semana. El mayor foco esté quizás en Alemania y el canciller Olaf Scholz ha asumido que en el país "todos llevan la responsabilidad por el crimen" del Holocausto, al tiempo que ha avisado de que "el antisemitismo sigue presente en la sociedad". De hecho, el suyo fue un mensaje para todas las generaciones. "No debemos aceptar ni aceptaremos ninguna relativización. Y también recordaremos a cada nueva generación su responsabilidad permanente. Una responsabilidad que llevan todos y todas en nuestro país, sin importar su historia familiar, su religión o el lugar de nacimiento de sus padres y abuelos", expuso desde Berlín. En los eventos de esta semana se concentrarán también altos cargos de la UE como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.
En su mensaje del año pasado, Von der Leyen, alemana como Scholz, dejó claro que algo así "nunca puede volver a suceder" y lo ligó ya con los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, una fecha que hoy en día sigue muy presente en la mente de los europeos. "Recordar el Holocausto ha adquirido un nuevo significado. Los judíos europeos vuelven a vivir con miedo: ningún padre debería tener miedo de enviar a sus hijos a la escuela. Los judíos son intimidados, acosados y atacados en la calle, en la escuela y en la universidad. Las sinagogas han sido objeto de vandalismo. Los cementerios judíos han sido profanados", dijo entonces la presidenta del Ejecutivo comunitario.
"No hay lugar para el odio antisemita, especialmente aquí en Europa. Y no hay justificación para el antisemitismo", alertó durante el mensaje que conmemoró entonces el 79 aniversario. "Debemos recordar cómo empezó todo: el antisemitismo y el odio condujeron a la Shoah. Es nuestro deber, como europeos, construir una Unión Europea libre de antisemitismo y de cualquier forma de racismo y discriminación", sentenció.
En la misma línea, Scholz alertó también sobre los discursos de odio, con el foco puesto por ejemplo en las redes sociales "que son cámaras de eco" para este tipo de mensajes. "Nuestra responsabilidad, 80 años más tarde, es también oponernos a este odio. Es tarea del Estado, pero también es una tarea de los ciudadanos", expuso el canciller. En ese punto llamó a luchar contra el antisemitismo, "sin importar si este viene de la izquierda o de la derecha, o si es autóctono o importado", considerándolo un fenómeno "que no entiende de ideologías" y es transversal. "No se pueden normalizar estos discursos".
"Quien apoya al terrorismo, quien incita al odio antisemita, debe contar con medidas penales, con la prohibición de asociaciones, con consecuencias para el permiso de residencia", concluyó el líder germano, que apeló a la responsabilidad ciudadana y recordó que desde los últimos cambios en la legislación alemana no podrá tener la nacionalidad nadie que "ostente una mentalidad antisemita" o comparta este tipo de planteamientos.
En los actos de conmemoración de la liberación de Auschwitz está previsto que esté presente también el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con una particularidad: sobre él pesa una orden de detención de la Corte Penal Internacional por la guerra en Gaza, pero el Gobierno de Donald Tusk ya ha anunciado que no la ejecutará, aunque en teoría, si lo hiciera, el dirigente tendría que ser detenido. En las altas esferas de la UE tampoco se valora esta situación, a tenor de lo consultado por 20minutos. Desde la presidencia polaca insisten que es un acto "de unión".