El número de cardiopatías congénitas graves detectadas en España han disminuido "notablemente" en los últimos años, una situación achacada a la "descenso general" de la natalidad, según el artículo Cardiopatías desde el nacimiento: una visión interdisciplinar, impulsado por la Fundación de Ciencias de la Salud. Sin embargo, se ha incrementado la incidencia de carácter leve, algo que los autores atribuyen al uso "más generalizado" de la ecocardiografía en las unidades de neonatología y el hallazgo de lesiones menores, que antes era más difícil de diagnosticar.
La mortalidad en este tipo de pacientes también ha disminuido "progresivamente" en los últimos años, lo que ha aumentado su esperanza de vida, aunque sigue siendo inferior a la población sin cardiopatías congénitas. "Las cardiopatías presentes desde el nacimiento son un problema de salud de primer orden que afecta cada vez a un número mayor de españoles", asegura el patrono de la Fundación Ciencias de la Salud, el doctor Emilio Bouza.
"Por unas y otras razones, hay cada vez un grupo mayor de personas que viven con cardiopatías congénitas y que requieren cuidados cardiológicos súper especializados de por vida, lo que hace precisos nuevos recursos y una nueva organización", añade Bouza, con motivo del Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, que se celebra este viernes.
El especialista resalta la necesidad de "dimensionar" este problema, saber más sobre el necesario consejo genético en muchas ocasiones, conocer mejor los métodos diagnósticos y terapéuticos disponibles y la necesidad de recursos para hacer frente a este grupo de enfermedades, y que ha sido precisamente el objetivo de este documento.
Esta condición supone el 28% de las anomalías congénitas mayores en la población europea, y está considerada la principal causa de mortalidad en personas con enfermedades congénitas. Son defectos o malformaciones del corazón que se producen durante el embarazo y pueden detectarse de forma prenatal, aunque muchas no muestran manifestaciones clínicas hasta la edad adulta, cuando suelen ser más leves, como lesiones residuales tras los procedimientos de reparación en la infancia, fundamentalmente insuficiencia cardiaca y arritmias.
Esta patología se debe tanto por factores genéticos, que en ocasiones pueden detectarse y evitarse, como medioambientales, por lo que la madre puede tomar medidas como evitar el tabaco, el alcohol, la polución ambiental y los fármacos teratogénicos. Es recomendable seguir una dieta saludable, y cumplir con los programas de vacunación, lo que implica un control precoz desde antes de la fecundación.
Diagnóstico y limitaciones
Para la detección de cardiopatías familiares es "esencial" realizar estudios post-mortem protocolizados y rigurosos, con la conservación de muestras para estudios genéticos. Y es que muchas debutan con muerte súbita, por lo que los especialistas piden convenios de colaboración entre los ámbitos judiciales y sanitarios.
Debido a la complejidad en el diagnóstico y tratamiento de las cardiopatías congénitas, también han considerado necesario la especialización y coordinación de profesionales en unidades de referencia (UCCA), que han ido desarrollándose en Europa y América del Norte, pero que en la actualidad cuentan con un número "insuficiente" de especialistas.
Aunque el nivel socioeconómico y de acceso a los recursos sanitarios "parece estar asociado con una menor capacidad diagnóstica", los expertos apuntan a otros factores como la ausencia de síntomas típicos, el alta neonatal precoz o la ausencia de formación específica del personal sanitario en la detección de las cardiopatías congénitas.
El documento también reclama una atención multidisciplinar en el terreno de la patología cardiovascular y en el terreno de comorbilidades de distinta naturaleza, que van haciéndose más prevalentes y demandantes en la medida que envejecen los enfermos.
Además, subraya que la organización de la atención al paciente con cardiopatía ha mejorado "notablemente", pero que existe un "amplio margen de mejora" en los aspectos sanitario, administrativo, legislativo y de la participación del paciente, así como la concentración de técnicas "muy complejas" como el trasplante cardiaco, en centros de referencia "muy especializados", evitando la disgregación.