Es evidente que la crispación como actitud social ha existido siempre. La historia recuerda muchas facetas coyunturales porque la crispación siempre responde a una forma de protesta colectiva ante situaciones larvadas que van aumentando hasta llegar muchas veces a la rebelión. No es fácil, desde luego, saber cuál es su grado de indignación ni existen hasta ahora baremos precisos para evaluarla y poder extraer su evolución y consecuencias.
En España atravesamos actualmente una etapa de crispación popular que, lejos de amortiguarse, la política la está incrementando de manera alarmante. El problema no es tanto lo que ocurre como lo que se oculta y se miente.
A los ciudadanos en general les indigna que se les engañe, que alguien desde el poder crea cuando habla, critica o promete que quienes le escuchan son tontos. La gente aguanta y transige más de lo que expresa. Ahora que los algoritmos y la inteligencia artificial anticipan realidades ignoradas e insospechadas, sería bueno que se conozca la evolución y los niveles que va alcanzando la crispación en el ámbito nacional.
Estos días, por ejemplo, se habla y se debate mucho sobre las pensiones. El engaño está en la demagogia de su incremento. Y para que no existan dudas todos los pensionistas están recibiendo una cordial carta de una alta funcionaria anunciando a los beneficiados la confirmación de tan esperada noticia. En ella se detallan las cantidades que percibirán con las exiguas mejoras, descontados los impuestos que las gravan, lo cual se convierte en muchos casos en 18 euros mensuales, menos de lo que ha subido en ese plazo el coste del pan. No es broma.
Menos es nada, por supuesto, pero hay pocas dudas de que semejante tomadura de pelo contribuye a incrementar la crispación. Bastante tiene nuestro sufrido Gobierno con contentar a uno de sus socios independentistas accediendo a desviar parte de nuestros impuestos para subvencionar colegios franceses para que allí los niños estudien y aprendan a hablar catalán.
Sí, la crispación, lejos de esperar un mejor año nuevo, continúa en auge.
