Ha nacido una estrella y su nombre es Qinwen Zheng, un nombre que quizás pasa desapercibido para el gran público, pero que no lo ha hecho para los amantes del tenis y para las grandes compañías que la han convertido, sin todavía haber ganado un Grand Slam ni haber alcanzado el número 1 mundial, en la deportista mejor pagada del planeta a sus escasos 22 años.
Cerca de 30 millones se embolsa la joven tenista, quinta del mundo del ranking WTA, con los contratos publicitarios extradeportivos que ha firmado ya. Según informa Marca, Zheng es imagen de 14 grandes compañías... la última, Christian Dior.
La firma con la reconocida compañía de moda la eleva en el ranking de Forbes. En la última actualización era cuarta por detrás de las tenistas Coco Gauff e Iga Swiatek y la esquiadora Eileen Gu, a las que habría adelantado ya para convertirse en la deportista mejor pagada del planeta.
Audi, AlipAy... son numerosas las marcas que se han subido al barco de una tenista china con acento español en su tenis. Entrenada por el extenista y entrenador catalán Pere Riba, la china ha encontrado un nivel de juego que le ha permitido, entre otros hitos, colgarse el oro olímpico en los pasados Juegos de París 2024.
De hecho, sus vínculos con España van más allá, pues el hecho de tener su residencia oficial establecida en Andorra le ha permitido entrenar en el TEC Carles Ferrer Salat de Barcelona, donde se forjan muchos de los grandes talentos de este deporte.
225 victorias y 94 derrotas es el récord particular de una joven que acumula ya cinco títulos individuales WTA y que ya se encuentra en la segunda ronda del Open de Australia 2025, torneo que se le escapó en la final de la pasada edición.
Su imagen ya la ha llevado al estrellato, es un imán para las marcas, pero su tenis poderoso también amenaza ya con elevarla a al escalón más alto del tenis mundial.
