Alquilar un piso para pasar las vacaciones es una práctica ya habitual que no deja de crecer en toda la Unión Europea (UE). España es el segundo país comunitario donde más noches se reservan en pisos turísticos, solo por detrás de Francia, el otro gran mercado turístico del Viejo Continente. Según los datos publicados este miércoles por Eurostat, en verano de 2024 el uso de este tipo de alquileres se incrementó un 20,1% con respecto al año anterior, hasta registrarse un total de 67,3 millones de pernoctaciones entre los meses de julio y septiembre.
En el tercer trimestre, España concentró el 18,4% de las noches reservadas en pisos turísticos en toda la UE. En el conjunto de países comunitarios, se realizaron 366,2 millones de pernoctaciones, un 18% más que el año anterior por las mismas fechas. La reserva de alquileres de corta duración para las vacaciones a través de plataformas online como Airbnb, Booking, Expedia o Tripadvisor -los datos de Eurostat se nutren de estos cuatro portales- encadenan cuatro años al alza, superando ya con creces los registros prepandemia. La oficina estadística comunitaria empezó a observar este fenómeno en 2018. Por aquel entonces, en España se reservaron 41 millones de noches en alquileres vacacionales entre julio y septiembre, una cifra que ha aumentado un 64,1% en seis años, lo que evidencia el auge de este tipo de alojamientos.
España es uno de los países más turísticos del continente y, por tanto, también uno de aquellos donde más se recurre a los alquileres vacacionales, junto a Francia e Italia. En concreto, en este último destino se reservaron 55,7 millones de noches en pisos turísticos entre julio y septiembre y en el país galo, 81,6 millones, la mayor cifra nacional del Viejo Continente.
Francia, España e Italia copan también el ranking a nivel regional. A la espera de conocer los datos del tercer trimestre, entra las 20 zonas con mayor incidencia de alquileres vacacionales en el segundo trimestre, seis fueron españolas, otras seis francesas y cinco italianas. En concreto, entre abril y junio, Andalucía fue la región europea con un mayor volumen de reservas (10,9 millones de noches), seguida por la croata Jadranska Hrvatska (8,3 millones) y la Provenza francesa (7,5 millones).
El crecimiento de los alquileres vacacionales está sido generalizado en todos los Estados de la UE. En el último año, Malta, Alemania y Suecia fueron los países donde se registraron mayores incrementos en el número de noches reservadas, con alzas del 40,9%, 26% y 24,6% respectivamente con respecto al tercer trimestre de 2023, hasta contabilizar un total de 2,4, 4 y 21,7 millones de pernoctaciones. En el extremo opuesto, los aumentos más moderados se observaron en Croacia y Austria, donde las reservas crecieron respectivamente un 6,2% y 8% hasta los 26,1 y 7,4 millones de noches.
La proliferación de pisos turísticos ha despertado en los últimos años una preocupación compartida en la UE en torno a los problemas de convivencia entre vecinos y visitantes a causa de la masificación turística de algunos destinos. Preocupa, por ejemplo, el aumento de la oferta de alquileres vacacionales en detrimento de los pisos para arrendar como residencia habitual. Para supervisar este y otros usos de las viviendas con una finalidad distinta a la residencial y evitar los fraudes, Bruselas aprobó a principios del año pasado un reglamento para regular los alquileres de corta duración -entre los que se encuentran los vacacionales, pero también otras tipologías como los temporales o de habitaciones- e instó a los distintos Estados miembros a crear una plataforma de registro único de alquileres de corta duración.
En España, el Gobierno aprobó la creación de esta nueva herramienta hace apenas quince días en la última reunión del Consejo de Ministros de 2024 y se felicitó de ser el primer Estado miembro en tenerla lista. El nuevo instrumento entró en vigor el 2 de enero, aunque no será obligatorio el registro de los alquileres turísticos, temporales y de habitaciones hasta julio. El nuevo mecanismo otorgará a cada vivienda un número de identificación una vez comprobado que cumple con la normativa y funciona legalmente.