El verano de 2024 ha sido el más caluroso desde que se tienen registros, según el reciente informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), una entidad respaldada por la Unión Europea. Este hito climático no solo se ha registrado a nivel global, sino que Europa también ha vivido un verano excepcionalmente caluroso, con temperaturas que han superado los récords anteriores.
Agosto de 2024 ha empatado con agosto de 2023 como el más caluroso de la historia a nivel mundial, con una temperatura promedio del aire en superficie de 1.68°C por encima de los niveles preindustriales. Esta cifra coloca a agosto de 2024 como el decimotercer mes consecutivo en que la temperatura global ha superado la barrera de 1.5°C respecto a la media preindustrial, acercando al planeta a niveles peligrosos de calentamiento global.
El informe destaca que la temperatura media global de los últimos doce meses, de septiembre de 2023 a agosto de 2024, ha sido la más alta jamás registrada, superando en 0.76°C la media del periodo 1991-2020 y en 1.64°C los niveles preindustriales.
Europa, en la cima del calor
En Europa, las temperaturas de agosto de 2024 se situaron 1.57°C por encima de la media del periodo 1991-2020, convirtiendo a este mes en el segundo agosto más caluroso registrado en el continente, solo superado por agosto de 2022. El informe también resalta que el verano boreal de 2024 (junio-agosto) fue el más caluroso de la historia en Europa, con temperaturas que superaron en 1.54°C la media histórica, batiendo el récord establecido en 2022.
Las regiones más afectadas por el calor extremo en Europa fueron el sur y el este del continente, mientras que algunas zonas del noroeste, como Irlanda, Islandia y partes del Reino Unido, experimentaron temperaturas ligeramente inferiores a la media.
El verano de 2024 no solo fue cálido, sino que también estuvo marcado por una serie de fenómenos climáticos extremos en diversas partes del mundo. En Europa, el calor extremo vino acompañado de sequías en amplias zonas del sur y este del continente, exacerbando los incendios forestales que afectaron a varias regiones. Por otro lado, zonas del norte del Reino Unido, Islandia y partes de Rusia y Turquía sufrieron inundaciones debido a precipitaciones inusualmente intensas.
El Ártico y la Antártida también sufren
Fuera de Europa, las anomalías climáticas también se hicieron sentir. En Norteamérica, el huracán Debby trajo consigo lluvias torrenciales, mientras que China y Australia experimentaron precipitaciones superiores a la media. Por el contrario, regiones como México, el sur de Estados Unidos, y partes de Sudamérica y África, enfrentaron sequías e incendios forestales.
El informe de Copernicus subraya que la cobertura de hielo marino en el Ártico fue un 17% inferior a la media en agosto de 2024, la cuarta más baja desde que se tienen registros. En la Antártida, la situación fue igualmente alarmante, con una cobertura de hielo un 7% inferior a la media, convirtiéndose en la segunda más baja para un mes de agosto en la historia.
Samantha Burgess, directora adjunta del C3S, subrayó la gravedad de la situación: “El planeta ha experimentado los meses de junio y agosto más calurosos desde que hay registros, así como el día más caluroso y el verano boreal más caluroso jamás registrados. Esta serie de temperaturas récord aumenta la probabilidad de que 2024 sea el año más caluroso del que se tiene constancia".
Burgess también ha hablado de los fenómenos extremos relacionados con la temperatura. "Estos fenómenos no harán sino intensificarse con consecuencias más devastadoras tanto para las personas como para el planeta a menos que adoptemos medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.”
El informe de Copernicus es un recordatorio claro de la creciente amenaza del cambio climático y la necesidad imperante de tomar acciones globales inmediatas para mitigar sus efectos.
