El Ministerio de Transportes ha licitado un contrato por valor de 5,65 millones de euros para examinar el estado de 43.500 kilómetros de carreteras de la red estatal. El departamento dirigido por Óscar Puente, que ha sido quien ha informado de la licitación, ha recalcado que estos trabajos servirán para mejorar la seguridad de las vías y así velar por el bien de los usuarios.
El objetivo del contrato es inspeccionar las carreteras y, en particular, tramos que requieran especial atención -todavía por definir- y para los que sea necesario poner en marcha proyectos específicos de rehabilitación estructural del firme. Para ello, en las zonas de pavimento bituminoso se analizará tanto el desagüe de fluidos -como puede ser el agua de la lluvia- como la curvatura del firme, simulando el paso de una carga predeterminada equivalente a la que puede suponer un vehículo.
En concreto, estos trabajos se llevarán a cabo en prácticamente toda la Península. En ese sentido, el contrato -que será publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en los próximos días- se divide en tres lotes. El primero de ellos, con un presupuesto de 2,57 millones de euros, irá destinado a inspeccionar 20.500 kilómetros de carreteras en Andalucía Occidental, Castilla-La Mancha, Castilla y León Occidental, Extremadura, Galicia y Madrid. El segundo tendrá el mismo importe y servirá también para examinar 20.500 kilómetros de pavimento, pero en este caso en Andalucía Oriental, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León Oriental, Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja y Murcia. A estos dos lotes se suma un tercero de 520.000 euros para tramos de especial atención.
Los datos que se obtengan fruto de estas investigaciones se introducirán en el Sistema de Gestión de Firmes para actualizar la información sobre el estado de las carreteras, sin perjuicio de que la obligación de entregar también informes con los resultados y aportar las imágenes tomadas. El Ministerio de Transportes ha subrayado que estos trabajos servirán no solo para mejorar la seguridad de los usuarios, sino también para reducir el consumo de combustible de los vehículos, ya que el buen estado de las carreteras permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este contrato se suma a otros impulsados por el Ministerio de Transportes, como el adjudicado a finales de noviembre por valor de 4 millones de euros para realizar un estudio sobre el estado de las carreteras y su aguante ante inundaciones como las provocadas por la DANA. Dicho análisis busca identificar puntos críticos y preparar las calzadas ante unos fenómenos meteorológicos extremos cada vez más impredecibles por el cambio climático.