El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso sintetizar hace unos días sus prioridades económicas para el nuevo curso político en una frase: "Más transporte público y menos Lamborghini". Y las propuestas que trasladó este lunes Sumar de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado van en la misma dirección, especialmente en lo tocante a la reforma fiscal, una materia que el PSOE no ha querido abordar en profundidad desde que controla el Ejecutivo pero que el partido de Yolanda Díaz pide acometer en las próximas cuentas partiendo de un principio sencillo: más y mayores impuestos para las rentas altas, los grandes patrimonios y los bienes de lujo, y rebajas fiscales para bienes y servicios de primera necesidad.
Sumar presentó su propuesta de reforma fiscal este lunes, junto al resto de medidas que plantea de cara a la negociación de los Presupuestos con el PSOE. La impositiva es la segunda pata de un paquete muy centrado, entre otros asuntos, en los problemas de acceso a la vivienda. La coalición que lidera Yolanda Díaz apuesta por una reforma fiscal en profundidad que modifique todos los grandes impuestos (sociedades, IRPF e IVA) y también por crear figuras impositivas nuevas, en su mayoría destinadas a las rentas altas o los bienes de elevado precio y coste ecológico y social que estas consumen.
Entre estos gravámenes de nuevo cuño que Sumar apuesta por crear se encuentra uno de "solidaridad ambiental" destinado expresamente a la compra de "bienes suntuarios": "Aviones privados, yates, coches de lujo y otros". Este impuesto, que afectaría a los famosos Lamborghini, serviría para financiar —junto a todo el resto— medidas como la extensión durante todo el año 2025 de las subvenciones para abaratar el precio del transporte público que llevan dos años en vigor, "lo que implica", indica el documento, "la gratuidad en los desplazamientos recurrentes en trenes de la red de cercanías y de media distancia y en la reducción del 50% de los abonos de transporte urbano".
Ese, no obstante, no es el único impuesto que Sumar propone crear. La formación también recupera una de sus antiguas propuestas y plantea gravar expresamente los "márgenes excesivos" que, al acumularse en la cadena alimentaria, llevan a una subida en los precios de los productos de primera necesidad que pagan los ciudadanos. Y, en relación a los problemas de acceso a la vivienda, la coalición que lidera Yolanda Díaz pide nuevos impuestos a quienes utilicen los pisos de su propiedad para un "uso distinto a vivir en ellos de manera permanente", lo cual busca desincentivar los alquileres temporales o de carácter turístico.
Rebajas del IVA de la peluquería o el veterinario
Por otra parte, en el lado de las figuras impositivas que ya existen, Sumar apuesta por hacer cambios en los bienes y servicios sujetos al IVA. En concreto, la formación plantea la necesidad de gravar solo con el tipo reducido (el del 10%) comercios como las peluquerías o las clínicas veterinarias, así como productos básicos como los pañales, la electricidad —hasta un determinado límite de consumo en los hogares— o los comestibles sin gluten, destinados a las personas celíacas. Por el contrario, a la educación y la sanidad privadas se les subiría el IVA, puesto que se eliminaría la exención de la que disfrutan bajo el argumento de que de ellas se benefician "mayoritariamente las rentas altas".
A las rentas altas está también dirigida otra de las medidas propuestas este lunes por Sumar: la creación de un impuesto a las herencias de más de un millón de euros —primera vivienda excluida— que tan solo se aplicaría en aquellas comunidades que tienen bonificado el impuesto de sucesiones, precisamente para evitar que las autonomías vacíen de contenido esta tasa. Este nuevo gravamen acompañaría al impuesto a las grandes fortunas que existe desde hace un par de años, que Sumar plantea endurecer aumentando los tipos y el mínimo exento.
Las propuestas de los de Díaz para modificar el impuesto sobre la renta van en la misma dirección: aumento de los tipos para las personas de más altos ingresos (por encima de 150.000 euros brutos anuales) y también para las rentas del capital, es decir, las procedentes de las inversiones. Hace un par de años, el Gobierno ya elevó ligeramente los impuestos a este segundo tipo de rendimientos, y Sumar apuesta por seguir en la misma senda y volver a aumentar esos tipos dado que "los ingresos de las clases medias y bajas, que se producen en casi su totalidad por la vía del trabajo, tienen una tributación mayor que los de las rentas más altas, que lo hacen a través del capital".
Mucho más inconcreta es la propuesta en lo relativo a la tributación de las empresas, aunque Sumar sí deja claro que quiere que el impuesto a las grandes empresas energéticas y a la banca que lleva en vigor desde el año pasado se mantenga íntegro en 2025, sin ningún recorte. Por el contrario, la propuesta de reforma del tributo de sociedades es mucho más difusa: se plantea "revisar y reducir las deducciones" a las que pueden acogerse las grandes empresas o "eliminar los privilegios fiscales de los que aún disfrutan" figuras como las sicav o las socimi.
