Netflix ha dado un golpe de mano y va a emitir los partidos con que ha comenzado la liga de fútbol americana, la NFL, con un fichaje estratosférico, Beyoncé.
La cantante se ha estrenado este 25 de diciembre vestida de cow girl en el intermedio del partido entre los Texans de Houston y los Ravens de Baltimore. La llegada de la estrella fue apoteósica, vestida de blanco y sobre un caballo del mismo color, ondeando una gigantesca bandera de los EE UU.
La actuación tuvo lugar en Houston, su ciudad natal, lo que añadió más emoción al evento. Beyoncé invitó a Shaboozey para que interpretara Sweet Honey Buckiin. Post Malone también se unió a la cantante para entonar Levii´s Jeans.
Beyoncé presentó por primera vez temas de su álbum Cowboy Carter, para lo que sorprendió a los asistentes con un espectáculo que fusionó lo mejor de la música country y su inconfundible estilo pop.
Acompañada de un cuerpo de bailarines y una producción deslumbrante, interpretó canciones que cautivaron al público. Uno de los momentos más comentados fue la reunión de las Destiny’s Child (de las que Beyoncé formó parte), quienes aparecieron vestidas de blanco para interpretar Blackbird de The Beatles.
Su hija, Blue Ivy, de 12 años, también salió con un atuendo acorde con el tema del espectáculo. Para cerrar el show, Beyoncé se elevó sobre una plataforma a más de 20 metros de altura, que dejó a los espectadores con la boca abierta.
Beyoncé actuó en la siempre arrasadora Super Bowl del 2013, un espectáculo que es considerado como uno de los mejores de la historia.