Los bandazos de unos y otros en materia de inmigración resultó acercar posturas entre PSOE y PP. Lo que el lunes defendía la oposición y criticaba duramente el Gobierno, lo adoptó como propio el presidente Pedro Sánchez. En tan solo 24 horas, los dos grandes partidos coincidían en la necesidad de deportar a las personas que llegan al país de forma irregular. No obstante, lejos de servir para avanzar en una solución, sendos partidos utilizaron la postura del contrario para confrontar aún más y alejar cualquier posibilidad de modificar la ley de Extranjería en plena crisis migratoria. También provocó una grieta en el seno del Ejecutivo tras el rechazo de Sumar al giro del presidente.
El juego partidista fue in crescendo a lo largo de la semana. A inicios de esta, los populares criticaban que Sánchez pusiera rumbo a África para tratar de contener la llegada de inmigrantes a Canarias en pateras. El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, apremió al socialista a iniciar una gira por España y conocer la situación de los centros de acogida de las comunidades. "El presidente del Gobierno no ha pisado ninguna comunidad autónoma para conocer de primera mano cuáles son las necesidades de las comunidades. Ante la pasividad del Gobierno, las comunidades necesitan ya una solución. El Gobierno se lava las manos con la inmigración. No hay una política migratoria en nuestro país".
Una de las principales exigencias de Alberto Núñez Feijóo para modificar la ley de Extranjería es que incluya un plan de fronteras para controlar en origen la inmigración y atajar en origen a las mafias. También el PSOE jugó a exhibir las diferencias acudiendo a su carta más recurrente: el de comparar al PP con Vox. Así fue como el día en que Sánchez iniciaba su gira africana, los portavoces parlamentarios de ambos grupos se enzarzaban en acusaciones.
"El discurso xenófobo que lleva haciendo el PP en los últimos meses es verdaderamente preocupante y en el fondo es desolador oír a dirigentes del PP hacer el mismo discurso que la extrema derecha uniendo siempre delincuencia con inmigración. El PP hace discursos xenófobos en vez de arremangarse y aprobar la modificación de la ley de Extranjería", manifestó Patxi López ante los medios de comunicación. Además, el socialista puso en valor la gira que iniciaba su líder por países africanos, según él, "para intentar poner soluciones a este problema" y acusó al PP de "poner palos en la rueda a las soluciones que da el PSOE".
Feijóo se encargó de la réplica haciendo mención precisamente a una de las soluciones que anunció Sánchez desde Mauritania, donde abogó por migración circular, es decir, regular la llegada de los inmigrantes con contratos en origen para que puedan trabajar como temporeros especialmente en el sector primario. El líder del PP lo vio contraproducente: "Es irresponsable alentar un efecto llamada en la peor crisis de migración irregular. En vez de ir a África a combatir las mafias, Sánchez promociona España como destino. Al revés que el resto de la UE. Quien venga, contrato en origen y carta de cumplimiento de nuestras leyes". También su portavoz parlamentario Miguel Tellado: "Sánchez va al revés de todos los demás, mientras Francia y Alemania hablan de deportaciones masivas, Sánchez habla de regularización masivas".
Precisamente, uno de los grandes referentes socialistas, el canciller alemán Olaf Scholz, acababa de apostar por las deportaciones masivas. También el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. En este contexto, Sánchez defendió desde Dakar que la expulsión de migrantes irregulares traslada un "mensaje desincentivador, nítido y claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos". Y el PP, exigió disculpas: desde la dirección nacional la dirección nacional reprocharon que el presidente defendiera la expulsión de migrantes irregulares para desincentivar a las mafias después de haber ocupado la jornada entera a criticar a la oposición por pedir lo mismo.
"Tan solo 24 horas después de escuchar a Moncloa y a sus opinadores de referencia criticar al PP por el hecho de que Tellado recordara que Alemania hablaba de deportaciones a inmigrantes irregulares mientras Sánchez ofrecía España como destino laboral para 250.000 migrantes africanos, anoche el presidente del Gobierno evolucionó su postura y habló de la necesidad de expulsar a aquellas personas que entran irregularmente en nuestro país", sostienen las fuentes del PP.
No hubo ni disculpas ni calma. Por ello, el portavoz nacional del PP, Sémper, concluyó al final de la semana que veía "materialmente imposible" llegar a un acuerdo con el Gobierno en migración. Todo pese a que ahora más que nunca comparten la misma visión con el PSOE. Estos por su parte, pidieron al PP "sentido de Estado", mantuvieron como propia la defensa de la deportación masiva abriendo con ello grietas en el Ejecutivo: "Seguir las recetas de la derecha es un fracaso", avisó Sumar. Un cruce de reproches entre partidos que aleja la modificación de la ley de Extranjería.
