Occidente tiene que cambiar su mentalidad. Ese es el mensaje que ha dejado este jueves el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, con un discurso tremendamente duro con Rusia y China. "No estamos en guerra, pero tampoco estamos en paz", avisó el jefe de la Alianza Atlántica en un discurso pronunciado durante una conferencia de Carnegie Europe en Bruselas. Fue su primer gran mensaje para encarar una época marcada además por la vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Ahí el neerlandés se alineó con el magnate para pedir a los aliados que inviertan "mucho más" del 2% del PIB en Defensa, que es el objetivo marcado hasta ahora.
"Lo que está ocurriendo en Ucrania podría ocurrir aquí también. Es hora de cambiar a una mentalidad de guerra. Y recargar rápido nuestra producción de Defensa y el gasto en Defensa", alertó un Rutte que dejó claro que Europa y EEUU no tienen que fijarse solo en lo que haga Putin, sino también en las dinámicas que desarrolla Pekín.
De hecho, Rutte sitúa ahora el nuevo objetivo de inversión en un 4% si no hay innovación en esos planes de los países, una cifra que ya pidió el propio Trump durante su primer mandato y que todos los aliados están lejos de conseguir, pues solo la mitad cumple ahora mismo con la meta del 2%. "Si solo gastamos más y no gastamos mejor tendremos que ir al menos al 4% de gasto", alertó el ex primer ministro de Países Bajos durante su conferencia. Asimismo, desde la OTAN tienen claro que es un discurso "duro" el relativo a lo militar, pero ahora es "una parte esencial" de la realidad.
Este mensaje de Rutte ha coincidido en el tiempo con la reunión en Varsovia que han mantenido Emmanuel Macron y Donald Tusk. El primer ministro polaco aseguró que su país no tiene intención de involucrarse en una eventual misión de paz en Ucrania, incluso si se llegara a establecer una tregua en el conflicto, algo que sí piden desde París de forma implícita desde hace tiempo. "No contemplamos algo así", ha dicho, y reiteró que ese tipo de decisiones se toman a nivel nacional.