El punto cero de la historia: Colinas de Piedra

El proyecto de Taş Tepeler (Colinas de Piedra), una de las excavaciones arqueológicas más importantes realizadas hasta la fecha, ha dado un vuelco a las teorías establecidas sobre el desarrollo de la historia de la civilización y el cambio de la vida social.

El Neolítico, la última parte de la Edad de Piedra, que es el periodo más largo de la historia de la civilización, coincidió también con el final de la última glaciación y, como consecuencia del cambio de las condiciones medioambientales, la humanidad pasó de ser una sociedad nómada de cazadores-recolectores a una sociedad agrícola. El Creciente fértil es una de las regiones que vivió de manera más intensa este periodo que generó cambios radicales en la historia de la humanidad, desde la alimentación hasta el establecimiento de estructuras socioeconómicas, pasando por la transición a la escritura y un aumento de la natalidad. Gran parte del Creciente fértil se encuentra en la actual Türkiye.

Comprender este importante cambio que se vivió en el Neolítico sin duda contribuye en gran medida a releer la historia desde un punto de vista nuevo y diferente, y a encontrar soluciones a los problemas actuales con una nueva perspectiva.

Incluidas en 2018 en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, las Colinas de Piedra, situadas cerca de la ciudad turca de Şanlıurfa, son un punto de referencia que arroja luz sobre este periodo de grandes cambios. El Proyecto de Investigación del Neolítico de Şanlıurfa, también conocido como Proyecto de las Colinas de Piedra, dirigido por el Ministerio de Cultura y Turismo, abarca los asentamientos de Göbeklitepe, Karahantepe, Çakmaktepe, Sayburç, Sefertepe, Harbetsuvan, Gürcütepe, el campo de Söğüt y el cementerio de Biris, pero su alcance se amplía cada día a la luz de nuevos hallazgos.

En el marco de este proyecto, que explora el "Punto Cero de la Historia", como afirmó Mehmet Nuri Ersoy, Ministro de Cultura y Turismo, no solo se llevan a cabo excavaciones arqueológicas, sino que también se realiza un inventario de las mismas, se documenta la estructura etnoarqueológica de la región, y se investiga sobre paleoclima, geoarqueología, materias primas y recursos, en cooperación con 8 instituciones de Türkiye y 12 instituciones, 8 universidades y 4 academias internacionales de Japón, Rusia, Alemania, Inglaterra y Francia.

El yacimiento arqueológico de Göbeklitepe, situado a 18 kilómetros al noreste de Şanlıurfa, y el más conocido de las Colinas de Piedra, fue descubierto en 1963 durante un estudio conjunto realizado por las universidades de Estambul y Chicago, pero las excavaciones no comenzaron hasta 1995.

Las columnas en forma de T con figuras humanas de hasta 6 metros de altura y la artesanía de las representaciones de animales en las piedras, algunas de las cuales son tridimensionales, son asombrosamente detalladas. Aunque Göbeklitepe ha permitido descubrir muchos datos nuevos, las cuestiones sin resolver sobre los hallazgos siguen desconcertando a los científicos. Las preguntas de quién construyó estos yacimientos y con qué propósito, cómo se transportaron y erigieron aquí las columnas de hasta 60 toneladas de peso y por qué se enterraron cubriéndolas con toneladas de tierra y piedras aún no han encontrado una respuesta satisfactoria. Encontrar estas respuestas requerirá probablemente años de investigación. La única certeza es que todas estas investigaciones seguirán contribuyendo a la historia de la humanidad y cambiarán las teorías desarrolladas hasta ahora.

Está claro que no es casualidad que nuestros antepasados eligieran estas tierras para asentarse. Şanlıurfa, la ciudad de los profetas, es un lugar que todo aquel que quiera reconectar con su pasado debería visitar al menos una vez. Su gastronomía destilada de la experiencia milenaria, el Museo Arqueológico con una arquitectura y contenido que compite con sus rivales de todo el mundo, el Museo del Mosaico con los mejores ejemplos de su categoría, los lugares que atestiguan los acontecimientos de los libros sagrados de las religiones abrahámicas, iglesias, mezquitas, castillo, bazar histórico y el yacimiento arqueológico de las Colinas de Piedra, son algunos de sus atractivos. Otra ciudad de Anatolia que ha albergado civilizaciones antiguas que pueden competir con todas estas riquezas es Gaziantep, a dos horas en coche de las Colinas de Piedra. No debería marcharse de Gaziantep, incluida en la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO en el ámbito de la gastronomía, sin probar los manjares locales, contemplar la mirada de la "Gitana" en el Museo del Mosaico de Zeugma y sentir el olor de miles de especias en el bazar.

Si aún no ha visitado Türkiye para comprender mejor el viaje de la humanidad sobre esta tierra, descubrir nuestra antigua cultura culinaria, o conocer nuestro patrimonio, que ha sido el centro de las civilizaciones en todos los periodos de la historia con su naturaleza única, puede visitar la exposición sobre las Colinas de Piedra titulada "Una nueva historia", de la galardonada fotógrafa española Isabel Muñoz, en el Museo de Antropología de Madrid hasta mediados de enero y en el Museo Altamira de Santander a partir de mayo.

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