La dimisión conocida este lunes del todavía presidente de Renfe, Raül Blanco, no obedece simplemente a "motivos personales" y a la búsqueda de nuevos proyectos profesionales, sino a su "desgaste" después de dos años al frente de la compañía y a las conversaciones que desde hace dos o tres meses mantenía con el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ha defendido su salida como un intento de dar una nueva etapa al operador ferroviario, con "una gestión más centrada en el usuario".
Puente ha explicado algo más en detalle los motivos de la dimisión de Blanco como presidente de Renfe, que se hará efectiva el 14 de enero, que no solo tienen que ver con los "motivos personales" que, como suele suceder, se habían vuelto a esgrimir en este caso. "Los motivos personales juegan, son dos años al frente de una compañía como Renfe con un importante desgaste", ha indicado el ministro en una entrevista en La Noche 24 horas. "Estábamos valorando abrir una nueva etapa, él tenía otras ofertas profesionales y llegamos al acuerdo de cerrar la etapa", ha añadido, sobre una salida "acordada".
Puente ha destacado la labor de Blanco, que "ha hecho un buen trabajo", en un tiempo en el que Renfe "ha crecido mucho en viajeros y las cifras han mejorado en momentos difíciles después de la entrada de competidores en la parte más rentable, de la alta velocidad", ha dicho sobre Ouigo e Iryo.
Sin embargo, ahora busca "un perfil distinto" para presidir Renfe, cargo que todo apunta a que ocupará su actual secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia, exconcejal de Más Madrid en la capital y también exgerente de su Empresa Municipal de Transportes (EMT) y de su versión en Valladolid, la empresa de Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA), mientras Puente fue alcalde.
"Tenemos que ir a una etapa más centrada en el usuario y pensar en la gestión de viajeros", ha añadido menos de una semana después de que 2025 empezara con una nueva jornada de incidencias en los trenes de Renfe, debido a un fallo informático en los trenes Avril, que Puente ha enfatizado que "fue de Talgo, no de Renfe" y que estuvo relacionado con el error de su software relacionado con que el año 2024 fuera bisiesto. "La explicación que se nos dio es que el año pasado había sido bisiesto y el software estaba configurado con un 'delay' de un día".
A pesar del inicio del año y del complicado 2024 en término de incidencias y averías de todo tipo, relacionadas con la infraestructura ferroviaria, los trenes o la capacidad de las estaciones, Puente mantiene que las cifras de incidencias "han ido mejorando mucho" sobre todo en los últimos tres meses del año pasado, gracias también, ha dicho, a los nombramientos de nuevos directores de Viajeros y de Cercanías. "Están mejorando las cifras de incidencia", ha aseverado.