Un problema de grandes ciudades: la preocupación por la vivienda se dispara en los municipios de más de 400.000 habitantes

La escasez de oferta y la subida de precios han provocado que el acceso a la vivienda sea para muchos cada vez más complicado. El problema habitacional se ha convertido en uno de las principales preocupaciones para los españoles. La vivienda gana prioridad especialmente en las grandes ciudades, donde es visto como el segundo asunto más urgente tanto a nivel nacional como personal, mientras que en los municipios menos poblados apenas el 10% de la población lo considera crucial.

El 15% de los españoles afirma que la vivienda es el principal problema del país, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de septiembre y elaborado a partir de una encuesta a 4.027 personas. Esto la convierte en la sexta mayor preocupación a nivel nacional, por detrás de otras recurrentes como los problemas políticos, el paro, los problemas económicos y las desigualdades sociales. En plena crisis migratoria, se cuela en el primer puesto la inmigración, que es el asunto nacional más urgentes para el 30,4% de la población.

Ahora bien, el fenómeno habitacional demuestra tener un mayor impacto directo sobre la vida de los ciudadanos que algunos de los temas vistos como prioritarios a nivel nacional. Al preguntar, en lugar de cuál es el principal problema que existe en España, cuál es el que más les afecta "personalmente", la vivienda asciende hasta el cuarto puesto, adelantando a la inmigración, al paro y a los problemas políticos en general, aunque se sitúa todavía por detrás de los problemas económicos, la sanidad y los relacionados con la calidad del empleo.

Sin embargo, la situación es heterogénea a lo largo y ancho del país. Según el barómetro del CIS, el problema de la vivienda preocupa en mayor medida a los vecinos de las grandes ciudades. En concreto, se impone como el segundo asunto que más afecta a los ciudadanos en las urbes de más de 400.000 habitantes, solo por detrás de los problemas económicos en general.

El 25,8% de la población residente en municipios de más de un millón de habitantes ve la vivienda como el problema que más le afecta personalmente, una opinión compartida por el 20,1% de los que viven en núcleos urbanos de entre 400.000 y un millón de habitantes. En cambio, en las localidades de menos de 10.000 y 2.000 vecinos, apenas el 10,4% y el 7,9% respectivamente lo señala como el asunto más acuciante, cayendo así al quinto y décimo puesto respectivamente en el listado de inquietudes personales.

El aumento de la preocupación por la vivienda a medida que crece el tamaño de la ciudad de residencia se refleja también a la hora de valorar cuáles son los principales problemas de España. De este modo, la vivienda asciende progresivamente de entre el noveno y décimo puesto en los pueblos más pequeños al segundo en las grandes ciudades, pasando de preocupar al 9,8% de la población en las localidades de menos de 2.000 habitantes al 22,1% en las urbes de más de un millón.

Una problema creciente

Estos datos constatan que el problema de la vivienda se focaliza en zonas muy concretas del territorio nacional, ya que en España solo hay dos ciudades con más un millón de habitantes -Madrid y Barcelona- y otras seis con más de 400.000 -Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia y Palma de Mallorca-. Ahora bien, estos núcleos urbanos concentran a casi 9 millones de personas -cerca del 18% de la población española- y entre ellos se encuentran algunos de los puntos donde más se ha complicado el acceso a la vivienda en los últimos tiempos.

En concreto, Madrid y Barcelona se encuentran entre las diez ciudades con el precio de la vivienda más alto: el metro cuadrado cuesta 4.144 y 3.833 euros respectivamente, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Vivienda. También en Málaga, Sevilla y Valencia se superan los 2.000 euros, por encima de la media nacional, que roza los 1.896 euros.

El precio de la vivienda acumula tres años de subidas ininterrumpidas, aunque el inicio de su tendencia alcista se remonta a hace una década. Solo en el último año, el metro cuadrado se ha encarecido un 5,7%, de acuerdo a los datos del Ministerio. Coincidiendo con este incremento de precio, también ha crecido la preocupación por la vivienda. En particular, en los últimos dos años el porcentaje de personas que la ven como el problema que más les afecta personalmente se ha triplicado escalando del 5,2% en septiembre de 2022 -fuera de las diez primeras preocupaciones- al 15,3% en el noveno mes de este año. En el mismo periodo, la proporción de encuestados que considera que se trata del principal problema nacional se ha disparado del 3,1% -fuera de los veinte primeras asuntos- al 15,4%.

Los jóvenes, más preocupados

Junto al lugar de residencia, también la edad influye a la hora de valorar cómo de acuciante es el problema de la vivienda. Según el barómetro del CIS, este asunto resulta prioritario para los más jóvenes. Para los menores de 35 años se trata del segundo problema que más los afecta personalmente -en torno a un 29% de estos ciudadanos se muestran preocupados de forma preeminente por esta cuestión-, solo por detrás de los problemas económicos en general. Incluso para las personas de entre 35 y 44 años supone la tercera mayor inquietud, adelantada también por la calidad del empleo.

En cambio, tan solo el 7,6% de los encuestados entre 65 y 74 años considera la crisis habitacional como el problema que más los afecta personalmente, situándolo en el octavo puesto en la lista de preocupaciones. Se cuelan por delante otros asuntos como las pensiones, los problemas políticos, las desigualdades e incluso el cambio climático y la falta de apoyo y oportunidades para los jóvenes. La vivienda cae aun más en la lista de preocupaciones personales entre la población mayor de 75 años, que la coloca en decimonoveno lugar, dando prioridad también a otras cuestiones como la salud, la incertidumbre ante el futuro, los problemas sociales y los psicológicos, entre otros temas.

La mayor preocupación de los jóvenes se refleja también al considerar la vivienda como un problema nacional más allá de su situación personal. Aunque el grueso de la población se alinea con la media nacional y la coloca en torno al sexto puesto en el orden de problemas, la valoración se polariza en los grupos de edad más extremos: los menores de 24 años elevan el asunto a la tercera posición -19,7% cree que es el principal problema que existe en España-, mientras que entre los mayores de 75 años cae hasta la decimocuarta.

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