Dos semanas después de su salida de prisión por la trama de hidrocarburos y tras declarar voluntariamente ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno previo pacto con la Fiscalía, el empresario Víctor de Aldama ha querido enriquecer sus primeras declaraciones sobre la trama Koldo ante las constantes críticas desde las filas del PSOE, que durante estos días no han parado de apuntar a que el presunto conseguidor no tiene pruebas para implicar a parte de los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, además de a otros cargos del PSOE.
El que fuera presidente de Zamora CF remitía este miércoles al Tribunal Supremo, encargado ahora de la investigación por considerar que Aldama y Koldo García guardan una relación "directa e inescindible" con los hechos por los que investiga al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, una documento de 37 páginas con el que aporta supuestas pruebas, como pantallazos de Whatsapp, sobre la presunta implicación de Ábalos en la trama corrupta. Las que reclamaban lo socialistas.
En el escrito, adelantado este miércoles por El Español y que ha visto la luz tan solo una semana antes de la declaración de Ábalos ante el juez, se incluye un listado de obras de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes en la etapa del exministro y en el que se reflejan, con distintos colores, aquellos contratos que estaban adjudicados a empresas constructoras antes de la celebración de los concursos públicos. Sería gracias a estas adjudicaciones a dedo por las que el exministro pudo haber recibido comisiones, además de diversas "dádivas" que, en palabras de Aldama, requería "constantemente".
Quien conseguía esos contratos y, por ende, esas comisiones, era precisamente Aldama. Así, en el documento apunta a que el actual diputado del Grupo Mixto llegó a recibir, como "garantía" para el cobro futuro de ciertas mordidas, un piso en el Paseo de la Castellana de Madrid, junto a la plaza de Cuzco, que estaba valorado en 1,9 millones de euros. Este inmueble, propiedad del propio Aldama, servía como seguro para el exministro, que posteriormente cobraría por haber adjudicado obras en autopistas y carreteras a ciertas empresas.
El coche, el chalet y el hijo
Para no levantar sospechas, además, se firmó un contrato de un supuesto alquiler con opción a compra que simplemente hacía de tapadera, ya que Ábalos no contaba con patrimonio suficiente para ser dueño de ese inmueble. "Una vez abonadas las comisiones, que se pretendía que fueran de 2 millones de euros, el contrato quedaba sin eficacia", especifica el empresario en su escrito. Concretamente en febrero de este año. Aunque Ábalos jamás ocupó esa vivienda. También pidió a Aldama un coche para regalar a su exmujer. El supuesto conseguidor aporta así un pantallazo con su número de teléfono y documentación sobre un vehículo que, reconoce, no llegó a comprar.
Aunque según el presunto conseguir de la trama no era la primera vez que Ábalos aseguraba sus mordidas a base de otro tipo de regalos. El entonces ministro ya había disfrutado de una vivienda vacacional a través de la misma operativa, con la que se compró en la provincia de Cádiz el chalet adquirido por la sociedad Have Got Time (de la que era asesor Aldama y que debe millones de euros a Hacienda).
En todo este entramad corrupto, además, Aldama también implica al hijo de Ábalos, Víctor, al que señala como mediador entre su padre y las constructoras que pagaban las mordidas. "Se tiene constancia de que determinadas constructoras suscribieron contratos de consultoría, para gestiones de obras adjudicadas en el extranjero, que encubrían comisiones por adjudicaciones de obra pública en España con don Víctor Ábalos, hijo de don José Luis Ábalos", especifica el documento. El joven también habría mediado en la presunta tapadera del piso de la Castellana.
Con respecto a todas estas acusaciones, Ábalos aseveraba este miércoles en declaraciones a ABC que Aldama "no aporta una sola prueba" y acusaba al empresario de haber mostrado "un listado de obras" sacado de la ficha de presupuestos, "coloreada no sé por quién y con tres palabras abajo que debería ver un grafólogo". "Se está comprando la versión de un bandido", añadía el exministro, que calificaba a Aldama de ser "un impostor" que le está utilizando y que "está engañando" a la Justicia.
Torres y los "encuentros"
Pero Aldama también ha querido ampliar sus denuncias contra otros miembros del Gobierno de Sánchez, entre ellos el actual ministro de Política Territorial, entonces presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. De él cuenta en su documento que tuvo a su disposición distintos pisos en Madrid, uno concretamente en la calle Atocha, para "encuentros de diversa naturaleza". También dice que el inmueble era utilizado "por otras personas".
Sobre el canario también contó, en su declaración del pasado 21 de noviembre, que participó de comisiones ilegales, en este caso en contratos de adjudicación de mascarillas durante la pandemia a Soluciones de Gestión, el principal motivo por el que la trama Koldo saltó a la palestra. Entonces, el exasesor de Ábalos le pidió 50.000 euros más para Torres (supuestamente después de que ya hubiera cobrado mordidas), algo a lo que presuntamente se negó, de ahí que después el Gobierno canario les acusara de haberles enviado mascarillas defectuosas.
"Las cantidades pretendidas relativas a la adjudicación de material sanitario ya excedían de las que, a juicio de Aldama, resultaban exigibles, negándose a abonar comisiones adicionales", señala la defensa de Aldama. No fue el único contrato con el canario. Según el empresario, hubo otro "con Fertinvest Consulting para el suministro de test de detección de covid-19" y uno más para adjudicar a los laboratorios Megalab la compra de test PCR durante el verano de 2020.
Cerdán y el jefe de prensa de Montero
Por otro lado, el dirigente socialista Santos Cerdán y el jefe de gabinete de María Jesús Montero, Carlos Moreno, han vuelto a ser señalados por el presunto conseguidor, que ya habló de ellos en su declaración en la Audiencia Nacional. Sobre el secretario de Organización socialista vuelve a incidir en que recibió 15.000 euros de la trama y detalla que el pago se hizo tras un "desencuentro" con la empresa Civis Global, cuyo presidente aparece tres veces en la agenda de Koldo García.
Sobre Moreno, por su parte, cuenta en el informe que le entregó 25.000 euros en un bar tras ayudarle a aplazar una deuda tributaria de su empresa inmobiliaria Pilot Real State. Además, Aldama incluye en el informe una tarjeta de visita del jefe de Gabinete de Montero y su supuesto contacto de WhatsApp. Fue desde este número desde el que este alto cargo le pidió "oportunidades de inmuebles", ya que quería adquirir uno junto a su pareja.
Aldama también aporta la agenda de Outlook incautada a Koldo García, en la que se alude a que aparecen concertadas varias citas con el jefe de Gabinete de Hacienda. Así, se mencionan las fechas del 18 de diciembre de 2019 ("llamar Carlos Hacienda"); 1 de septiembre de 2020 (ver a “Carlos de Hacienda" para "tomar algo") y 14 de septiembre de 2020 ("temas varios"). También se alude a que, el 22 de octubre de 2020, Koldo García vuelve a quedar para "tomar algo". Este encuentro, según Aldama, fue en el barrio madrileño de La Latina, donde dice que "está situada la casa propiedad de José Luis Ábalos en la que vivía Koldo".
Finalmente, el empresario reitera las gestiones que hizo en el viaje oficial a México de Ábalos para lograr acuerdos en materia ferroviaria y vuelve a hablar del encuentro "planificado con el presidente" Sánchez en un acto del PSOE en febrero de 2019. También señala que Ábalos le dijo que al Ejecutivo le interesaba "el acercamiento a Venezuela" y aporta enlaces de noticias "sobre el reconocimiento" de España a Juan Guaidó como presidente encargado, una foto con él y otras en las que sale el exministro con personas próximas a Guaidó en encuentros que dice haber organizado y una carta para él firmada por Ábalos. Parte de las pruebas que, según él, acreditan sus gestiones para el Gobierno en relaciones internacionales se encuentran en correos intervenidos a Koldo García.