África vive una de las peores crisis en lo que al virus mpox se refiere. Anteriormente conocido como viruela del mono, los nuevos brotes, asociados a una cepa más letal, han dejado 461 muertes y 15.000 infectados en lo que va de año solo en la República Democrática del Congo. La situación es tan preocupante que el organismo de salud pública africano declaró el martes la emergencia en todo el continente, lo que un día después llevó a la Organización Mundial de la Salud a decretar la emergencia sanitaria internacional. En este contexto, España no es ajena a una variante del virus que se ha revelado más peligrosa que su predecesora.
"Esta variante puede llegar a España", confirma a 20minutos Francisco Javier Membrillo, vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), quien revela que lo que alarma ahora no es que se estén produciendo nuevos brotes, sino su potencial letalidad: "Lo que nos preocupa no es específicamente el repunte, sino que es una variante del virus distinta a la que ha circulado estos dos años. No se había asociado a contacto relacionado con las relaciones sexuales y presenta hasta diez veces más número de casos de enfermedad grave y mortalidad".
Las infecciones por mpox, por tanto, no son algo nuevo y España es, de hecho, el país europeo con mayor número desde 2022, cuando también se decretó la emergencia global y llegó a haber más de 100.000 personas infectadas en todo el mundo. Sin embargo, la característica fundamental de los casos españoles y del resto de Europa es que hasta ahora corresponden a la cepa clado II.
La que ha despertado las alertas en África, sin embargo, se denomina clado I y es la que amenaza con cruzar más fronteras y salir del continente africano. Después de dejar en el Congo un aumento de casos del 160% respecto al mismo periodo de 2023, su extensión ha alcanzado ya a los países de alrededor, con Kenia, Burundi, Ruanda o Uganda notificando varios casos, territorios donde este virus ni siquiera había llegado en años anteriores.
El vicepresidente de la Seimc señala que no existen datos abundantes todavía de cuál sería la inmunidad real cruzada entre las dos variantes, es decir, aún no se puede determinar cuál es el riesgo de que una persona que ya ha padecido una cepa pueda contagiarse de la segunda y volver a generar la enfermedad. Esta se caracteriza especialmente por la aparición de erupciones cutáneas en la piel que, en forma de ampollas, pueden salir en la cara, en la espalda, o en las palmas de las manos y los pies, pero también incluso en los genitales y las zonas anales. Otros síntomas pueden ser como fiebre, dolor de cabeza, de articulaciones y de grupos musculares.
Más de 8.100 contagios
Los casos de mpox en España no han dejado de crecer desde 2022. En estos dos años, más de 8.100 personas se han contagiado, según el último informe de este agosto del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto Carlos III. Tal y como detalla este organismo, la transmisión de la clado II todavía se mantiene y es sostenida, por lo que, además de la alerta de la nueva variante, también existe el riesgo de que con la ya existente sigan produciéndose nuevos brotes. En lo que va de 2024, sin ir más lejos, otros 260 españoles han padecido la infección.
Los números configuran así a España como el país que se ha visto más afectado de toda Europa. Lo mismo revelan las cifras del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que sitúa a nuestro país como el territorio con mayor número de casos diagnosticados, el doble que incluso el siguiente en la lista, Francia, que acumula más de 4.200.
"No tenemos una respuesta clara respecto a por qué ha sido España el país con mayor número de casos registrados", revela Membrillo. "Probablemente porque al inicio se desarrolló en el contexto de varios brotes en relación con fiestas chemsex, es decir, fiestas en las que un grupo de personas se reúne para tener relaciones sexuales múltiples, sin protección y con consumo de drogas. Al principio estas no conocían la enfermedad y de ahí su gran expansión", continúa.
Más allá de eso, el experto revela que no hay ningún factor específico por el que sea España la que acumule tal número de casos a diferencia de sus vecinos, pero sí incide en el hecho de que sea el único de toda la Unión Europea que no disponga de la especialidad de enfermedades infecciosas como tal: "Esto podría haber influido en una disminución de la sospecha diagnóstica en pacientes que, al principio, habrían contagiado a más parejas sexuales antes de llegar finalmente a un diagnóstico correcto".
Contagio piel con piel
Pese a ello, Membrillo asegura que la posibilidad de que llegue la nueva variante, y aumenten asimismo los brotes, no supondría en ningún caso que ocurriera algo parecido a lo experimentado con la covid-19: "Estamos hablando de una enfermedad que se contagia fundamentalmente por el contacto piel con piel, generalmente por relaciones sexuales".
Como revela el experto, podría transmitirse también por gotas respiratorias, pero el contagio de esta forma es "poco eficiente" y "mucho menos contagioso" que el del coronavirus: "Hay potencial para que tengamos una nueva situación como la de 2022, pero no con una afectación de la población general, ni mucho menos, que requiriese tomar medidas de salud pública generalizadas".
La OMS, además, se mantiene alerta ante la nueva cepa debido al preocupante número de casos que se están dando en África entre menores de 15 años. A este grupo poblacional pertenece, de hecho, un gran porcentaje de los infectados y de las muertes. Pese a ello, Membrillo señala que tampoco se requerirá una vacunación generalizada: "La vacunación solo se recomienda para las personas que tienen prácticas sexuales de riesgo y para quienes estén en contacto directo con pacientes con mpox".
La situación se asemeja cada vez más a la de 2022. Con la declaración de emergencia sanitaria internacional y sus recomendaciones mundiales sobre prevención, la OMS intenta evitar que la epidemia alcance las dimensiones de entonces.
