Un potente sistema meteorológico con intensas lluvias y vientos huracanados azotó en las últimas horas una amplia zona del sureste de Estados Unidos, dejando al menos nueve fallecidos, ocho en Kentucky y uno en Georgia.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, informó este domingo en una rueda de prensa que al menos ocho personas han muerto en su estado, entre ellas una mujer y un niño que fueron arrastrados por las aguas. Beshear advirtió de que el número de víctimas podría aumentar.
En Georgia, concretamente en Atlanta, una persona falleció cuando un árbol cayó sobre su vivienda en la madrugada del domingo, según confirmó el capitán Scott Powell, del cuerpo de bomberos de la ciudad.
Miles de hogares dañados en Kentucky y Tennesse
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés), algunas zonas de Kentucky y Tennessee han registrado hasta 15 centímetros de lluvia.
El temporal ha dejado carreteras intransitables, edificios dañados y cortes de electricidad que afectan a cientos de miles de hogares y negocios en Kentucky, Tennessee y otros estados.
En Alabama, se reportaron fuertes vientos y un tornado que tocó tierra en el condado de Hale durante la noche. En Kentucky, el agua sumergió vehículos y edificios, mientras que en Virginia varios deslizamientos de tierra bloquearon carreteras entre el sábado y el domingo.
Las autoridades han emitido alertas por inundaciones en Kentucky, Tennessee, Virginia y Arkansas.
En Virginia Occidental, el estado ha declarado el estado de emergencia en 13 condados del sur del estado debido a las inundaciones, que han dejado algunas áreas incomunicadas por carretera.
El presidente de EE UU, Donald Trump, ha aprobado una declaración de desastre para Tennessee, lo que permite al estado disponer de la ayuda del Gobierno federal para recuperarse de la tormenta.