La vivienda es el principal problema que tienen en la actualidad los ciudadanos españoles, especialmente los más jóvenes. Al menos así lo refleja el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que lo sitúa como el quebradero de cabeza más importante para más de un tercio de la población (34%), por delante de la crisis económica (20%) y el desempleo (20%).
Y no es para menos porque el precio de los pisos se ha disparado en los últimos tiempos. Solo en 2024, el coste de la vivienda de segunda mano creció más de un 11%, situando el metro cuadrado en los 2.271 euros y alcanzando así un nuevo máximo histórico, según datos del portal inmobiliario Idealista.
El Partido Popular, principal partido de la oposición al Gobierno, ha visto ahí un nicho de votantes y ha presentado un Plan de Vivienda con diferentes medidas para mejorar esta situación. Entre ellas, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, anunció una la creación de una 'hucha hogar joven' que sirviese para ayudar a los jóvenes de hasta 40 años a poder comprar una vivienda incentivando el ahorro.
"La hucha hogar funcionará como un sistema de ahorro para los jóvenes hasta cumplir los 40 años. Podrán aportar 2.000 euros cada año hasta un máximo de aportación de 40.000 y a esos 40.000 le activaremos una deducción del 20% en el impuesto de la renta. Y, por tanto, con esos 40.000 euros de ahorro se ahorrarán otros 8.000 euros en impuestos", explicó en un acto con jóvenes en Madrid. Feijóo precisó que esos 48.000 euros obligarán al Estado a "avalar por la misma cantidad otros 48.000 euros para adquirir la vivienda".
Esta medida recuerda mucho a la que en su día aplicaron los Gobiernos de José María Aznar (1996-2004) con la llamada 'cuenta ahorro vivienda', que se popularizó durante el boom inmobiliario de finales de los 90 y comienzo de los años 2000.
Su gran atractivo era su ventajosa fiscalidad. Permitía disfrutar de una deducción del 15% sobre el dinero que se hubiera depositado en la cuenta de ahorro, con un límite de 9.040 euros al año, para la compra o rehabilitación de la vivienda habitual en un plazo de cuatro años desde la fecha de apertura de la cuenta. En la práctica, se traducía en un ahorro de 1.356 euros al año en la declaración de la renta.
Cómo funcionó la 'cuenta ahorro vivienda'
"La cuenta ahorro vivienda fue un instrumento útil para incentivar el ahorro de quienes querían acceder a su primera vivienda", opina Lorena Zenklussen, directora comercial de Financiación Hipotecaria de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), compañía especializada en financiación de hogares participada al 50% por Banco Santander y BNP Paribas.
Zenklussen explica que durante su vigencia esta medida "facilitó que muchos jóvenes y familias pudieran reunir el capital inicial necesario para afrontar la compra de una vivienda, especialmente en un contexto donde la financiación hipotecaria exigía aportaciones propias significativas", aunque "su impacto estuvo condicionado por el acceso al crédito y la evolución de los precios inmobiliarios, factores que pueden limitar la efectividad de cualquier incentivo al ahorro".
La iniciativa fue eliminada en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy (2011-2018) como parte de una reforma fiscal cuyo objetivo era reducir las deducciones en el IRPF, simplificar el sistema tributario y aumentar la recaudación del Estado. "Se argumentó que este tipo de incentivos fiscales suponían un coste elevado para las arcas públicas sin garantizar necesariamente un acceso más equitativo a la vivienda", recuerda la ejecutiva de UCI. Además, "en muchos casos, las cantidades ahorradas en estas cuentas no se destinaban finalmente a la compra de una vivienda dentro del plazo establecido, lo que obligaba a los titulares a devolver las deducciones aplicadas. Esto generaba cierta ineficacia en la medida y un control administrativo complejo".
Beneficio solo para las rentas altas
Para Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, el principal problema que tuvo la 'cuenta ahorro vivienda' fue que los bancos facilitaron enormemente el acceso al crédito, provocando el estallido de la burbuja inmobiliaria.
"Se incentivó la compra con medidas fiscales que contribuyeron al sobrecalentamiento del mercado, por lo que aumentaba artificialmente la demanda. La propia Unión Europa recomendaba la eliminación de los beneficios fiscales para la compra de vivienda porque tenía un impacto negativo y contribuía a crear esas burbujas especulativas", señala.
A Font le genera "muchas dudas" la nueva propuesta de Feijóo porque cree que al final solo se benefician las con rentas altas. "Muchos jóvenes no podrán acceder a este tipo de iniciativas al no poder ahorrar lo suficiente debido, entre otros, a los salarios bajos y la precariedad laboral. Al final, si no pueden acceder los que más lo necesitan porque no tienen un excedente económico, solo se beneficiarán las personas jóvenes con las rentas más altas", afirma.
Zenklussen coincide con Font en que la propuesta del líder del PP "no soluciona el problema estructural del acceso a la vivienda" para la mayoría de los jóvenes, pero considera que "podría ser un incentivo útil" si se acompaña de "políticas que incrementen la oferta de vivienda asequible, regulen el mercado del alquiler y promuevan la rehabilitación energética". "De lo contrario, el riesgo es que estos incentivos terminen elevando aún más los precios sin mejorar realmente el acceso a la vivienda para quienes más lo necesitan", advierte.