Ordenadores portátiles y dispositivos de escucha y grabación. A bordo del Eagle S, el petrolero ruso acusado de cortar el cable de electricidad submarino EstLink2 que conecta Finlandia con Estonia, y que está detenido en Finlandia desde el pasado día 26, viajaba presuntamente lo último en tecnología para el espionaje. Así lo ha confirmado una fuente anónima a Lloyd´s List, la revista sobre transporte marítimo más antigua.
Según el medio británico, que menciona a un fuente anónima con participación directa en el barco, el petrolero acusado de sabotaje estaba equipado con dispositivos especiales de transmisión y recepción que se utilizaron para monitorear la actividad naval, algo inusual dentro de un barco de esas características (tiene dos décadas de antigüedad) y que llegó a provocar repetidos apagones ya que consumía más energía de lo normal. Este equipo se guardaba en el puente de la nave o en la parte más alta. "Operarios de radio rusos, turcos e indios monitoreaban todos los barcos y aviones de la OTAN", señaló la fuente. La guerra del fondo marino está servida.
Según la televisión danesa DR, algunos de los datos que recopilan este tipo de buques terminan en una unidad secreta rusa especializada en aguas profundas que depende del Ministerio de Defensa ruso y la investigación a que está siendo sometido el petrolero en Finlandia parece corroborar esa hipótesis. La fuente anónima, además, habría dado detalles sobre una persona ajena al buque que se había embarcado, además de que se habrían utilizado enormes maletas para introducir todo el equipamiento detallado. Con respecto a esto, apunta a que la tripulación habría sido "amenazada de muerte" para no hablar. "Han sustituido a los capitanes cuando han planteado el tema", sostuvo. Pero el Eagle S no ha sido el único.
Además del buque retenido, otro petrolero del mismo grupo de propietarios, el Swiftsea Rider, también tenía instalado un equipo similar. En palabras de la citada publicación, el Eagle S, con bandera de las Islas Cook, y el Swiftsea Rider, con bandera de Honduras, son dos de los 26 petroleros vinculados a Rusia con "estructuras opacas conectadas a tres administradores de buques relacionados, incluidos dos sancionados por el gobierno del Reino Unido hace 12 meses por apoyar la maquinaria de guerra de Vladímir Putin". Se trata de la denominada flota fantasma rusa.
La fuente anónima habría proporcionado en junio a Lloyd's List al menos 60 documentos confidenciales sobre el Eagle S, que supuestamente se encargaba de transportar gasolina de Rusia a Egipto, incluido el informe de investigación que describía varias deficiencias de seguridad descubiertas durante una inspección realizada mientras estaba anclado en aguas danesas el pasado mes de junio.
Marcas de arrastre sospechosas
En el marco de la investigación por sabotaje, este lunes se daba a conocer que los investigadores finlandeses han encontrado marcas de arrastre sospechosas en la zona donde se encuentra el EstLink2 y que registró fallos el día de Navidad, uno antes de la detención del mercante. "El rastro se extiende varias decenas de kilómetros", ha explicado uno de los responsables de las pesquisas, Sami Paila. Las autoridades intentan determinar si el carguero Eagle S, interceptado tras el incidente, arrastró su ancla para dañar el cable.
Aunque este no es el primer incidente de este tipo que se registra en la zona en un momento en el que crece la preocupación por los riesgos de seguridad que pueda suponer la flota fantasma rusa, utilizada por Rusia para esquivar las sanciones internacionales a sus principales fuentes de ingresos.
En el mes de noviembre, aparecían dañados dos cables submarinos de telecomunicaciones también en el Báltico. Uno de ellos conecta Alemania con Finlandia y el otro va de Lituania a Suecia. La conexión afectada fue el C-Lion1, que une Helsinki con Rostock. Se trata de una infraestructura de fibra óptica de alta capacidad con una longitud de 1.173 kilómetros. Este cable es la única conexión directa de este tipo entre Finlandia y Europa Central. El otro cable saboteado, operado por Arelion, compañía sueca de telecomunicaciones, mide 218 kilómetros y gestiona aproximadamente un tercio de la capacidad lituana de Internet
"Acciones más contundentes"
En ese momento, Finlandia, Suecia, Lituania y Alemania ya alertaron de que la seguridad de Europa está amenazada por la guerra de Rusia contra Ucrania y "la guerra híbrida de actores maliciosos". Alemania y Finlandia lanzaron un comunicado conjunto en el que especificaron que "salvaguardar las infraestructuras críticas compartidas es vital para la seguridad y la resiliencia de nuestras sociedades". Pero antes ya había habido otros sabotajes: son los casos de los daños sufridos por un gasoducto y cables submarinos en 2023 y las explosiones de 2022 de los gasoductos del Mar del Norte.
Ante la situación, la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, prometía este lunes que los Veintisiete adoptarán "acciones más contundentes" para reducir los "riesgos" que implican este tipo de barcos. "La flota fantasma rusa amenaza el medio ambiente y financia el presupuesto de guerra de Rusia", advertía Kallas en una entrevista al periódico alemán Die Welt. En este sentido, la también exprimera ministra estonia señalaba que los últimos "sabotajes" no son "incidentes aislados", sino que forman parte de "un patrón deliberado" que tiene por objetivo "provocar daños en la infraestructura digital y energética" de todo el continente.