El juicio a los 51 acusados de haber violado bajo sumisión química a Gisèle Pélicot(link is external) de 2011 a 2020 dictará a partir de las 9.30 (8.30 GMT) la histórica sentencia, con condenas que pueden ser de hasta 20 años, la pena máxima en Francia(link is external) por violación agravada.
"Habrá un antes y un después", dijo el pasado 27 de noviembre la fiscal del tribunal penal de Aviñón (sureste de Francia), Laure Chabaud, consciente de la repercusión mundial de este caso, que han seguido por cerca de 180 medios, 86 de ellos extranjeros, especialmente españoles.
El Tribunal ha establecido medidas excepcionales para la lectura de las sentencias, ya que se cortará la calle que da acceso al palacio de Justicia y la sala estará cerrada al público, salvo para los familiares de víctimas y acusados.
También se han habilitado cuatro salas de escucha para periodistas, frente a la única sala del resto del juicio, que comenzó a principios de septiembre.
La Fiscalía pidió 650 años de cárcel para el conjunto de los acusados, 51 hombres con edades que van de los 27 a los 74 años, de todas las clases sociales: bomberos, camioneros, periodistas, enfermeros, militares o también jubilados.
Ahora será el turno del tribunal, formado por su presidente, Roger Arata, y otros cuatro jueces (tres mujeres y un hombre), que deberá decidir las penas. Serán condenas que tanto los acusados como la Fiscalía podrán recurrir, como se espera que ocurra.
Dominique Pélicot, de 72 años, se expone a la pena máxima, de 20 años, al ser el cerebro de las múltiples violaciones que sufrió la víctima, su exmujer y con quien estuvo casado durante 50 años. Él abusó de ella y la puso en peligro de muerte de 2011 a 2020, drogándola con altas dosis de ansiolíticos e invitando a otros hombres a que la violaran, tras haberlos contactado en internet.
La menor pena solicitada por la Fiscalía, de 4 años, es para otro hombre que está acusado de agresión sexual, sin cargos de violación.
El resto se enfrentan a solicitudes de condenas que van de los 10 a los 18 años de cárcel por violación agravada.
Gisèle Pélicot, de 72 años, es ya un símbolo feminista a nivel global(link is external), al decidir que el juicio fuera público "para que la vergüenza cambie de bando". De hecho, se ha convertido en una de las mujeres más influyentes del año y miles de personas en todo el mundo se han manifestado por ella y por las víctimas de violación.
En la pequeña ciudad de Aviñón, de hecho, es parada constantemente por ciudadanos, especialmente mujeres, que la animan a seguir su lucha, que pasa también por un cambio legislativo para que el consentimiento sea el elemento central de toda relación sexual entre dos personas, como ya ocurre en países como España.