La familia de Gisèle Pelicot, la mujer francesa víctima de múltiples violaciones organizadas por su marido, está "destrozada" por el juicio que ha llevado a su esposo a prisión durante dos décadas.
Pelicot, de 72 años, estaba rodeada de sus tres hijos adultos cuando compareció por primera vez como principal testigo de la acusación contra Dominique Pelicot, también de 72 años.
El hombre fue acusado de drogar a su esposa durante casi 10 años y luego de permitir que decenas de hombres que conoció por internet la violaran. Pero cuando un jurado en Aviñón, en el sur de Francia, lo declaró culpable de violación agravada el mes pasado, ya se había abierto una profunda brecha.
El abogado de Pelicot, Stéphane Babonneau, ha declarado este domingo al Sunday Times: "Cuando las agresiones sexuales ocurren en el seno de una familia, la familia se desgarra, y eso es lo que ocurrió aquí. Es muy triste, por eso las agresiones sexuales tienen un impacto tan grande, incluso a lo largo de generaciones".
Babonneau no quiso entrar en detalles de la disputa familiar, pero se cree que están relacionados con la única hija de los Pelicot, Caroline Darian, de 46 años. Ella insiste en que también fue drogada y atacada por su padre, pero nunca ha surgido ninguna prueba que respalde esta afirmación.
A su vez, Darian está enfadada porque su madre no la ha apoyado en sus propias denuncias penales. Darian ha escrito un libro sobre su terrible experiencia, en el que escribe: "Por culpa de mi padre, ahora estoy perdiendo a mi madre".
Después de que 51 hombres, entre ellos Dominique Pelicot, fueran condenados por diversos delitos, incluida la violación agravada, en diciembre, los planes de Darian para una fiesta familiar se cancelaron. Babonneau no dijo si la familia pasó la Navidad y el Año Nuevo juntas.
En cambio, dijo que Pelicot, que se divorció de su marido en verano, ahora vive en una dirección secreta en un pueblo francés y ha dejado de usar su nombre de casada. Esto significa que se ha mudado de la antigua casa familiar en Mazan, cerca de Aviñón, donde ocurrieron las violaciones.
Babonneau dijo que estaba "tratando de seguir siendo normal, y la manera de hacerlo es volver a la vida normal". El abogado agregó: "También tiene que adaptarse al hecho de que no puede ir al supermercado sin que la reconozcan, y no es una actriz ni una celebridad, es solo porque participó en un juicio".
A pesar de la división, Babonneau dijo: "Todos son personas genuinas que están tratando de salir adelante, y cuando Gisèle habló después del veredicto, sus primeras palabras fueron para su familia".
De los 51 hombres condenados, 17 han apelado y hay al menos 20 agresores que nunca fueron identificados. Fueron captados en vídeos grabados por Dominique Pelicot en los que se ve a su esposa siendo maltratada. Esas imágenes, que él almacenó en sus propios dispositivos, sirvieron como prueba de la acusación contra Pelicot.
