La fragata española Victoria ha socorrido a un pesquero con bandera de Yemen que había sido secuestrado en las costas de Puntlandia, en Somalia. La operación se ha llevado a cabo en el marco de Atalanta, la misión naval de la Unión Europea para la lucha contra la piratería.
Atalanta desplegó el velero y medios aéreos tras recibir un aviso del ataque pirata a la embarcación mientras llevaba a cabo trabajos en las costas somalíes el 8 de febrero. El personal de la fragata abordó la embarcación para garantizar la seguridad de los tripulantes y así poder comprobar su estado: ninguno de los doce miembros ha resultado herido.
La tripulación ha afirmado que los piratas abandonaron el barco después de robar objetos personales y dos esquifes -un barco pequeño que se lleva en una embarcación para saltar a tierra-. Además del ataque, Atalanta asistió al pesquero yemení por un problema en el motor de la embarcación. El equipo ha recogido pruebas para esclarecer el ataque, que aún se está investigando, coordinado con las autoridades somalíes y yemeníes.
La fragata Victoria es la segunda fragata de la clase Santa María, encuadrada orgánicamente en la 41ª Escuadrilla de Escoltas con base en Rota, formando parte de la estructura de la Fuerza de la Armada al mando del Almirante de la Flota.
Inicialmente fue concebida para misiones antisubmarinas. Sin embargo, los cambios experimentados en el entorno estratégico del siglo XXI han hecho, dada su gran versatilidad y variedad de capacidades, que haya sido empleada en un amplio abanico de cometidos, algunos como protección al tráfico marítimo, operaciones de interdicción marítima, contra-piratería y salvamento.