Un estudio concluye que las setas alucinógenas podrían ser tan eficaces como el escitalopram frente a la depresión

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) revolucionaron hace ya unos cuantos años el tratamiento farmacológico de la depresión, y a día de hoy se encuentran entre los psicofármacos más recetados en países como España. Con todo, y a pesar de que en muchos casos pueden literalmente salvar vidas, en muchas otras personas no terminan de lograr los efectos deseados, o incluso conllevan molestos o peligrosos efectos secundarios; por ello, sigue siendo de gran importancia buscar alternativas que den una respuesta a estas personas.

De un tiempo a esta parte, una serie de sustancias de lo más inesperadas se han postulado por mérito propio como candidatas prometedoras en el abordaje del trastorno depresivo: varios compuestos conocidos como psicodélicos, una familia que incluye el LSD, la mescalina o la psilocibina (presente en los hongos alucinógenos). Por supuesto, este potencial no emana del uso recreativo que les achaca la tradición popular, sino de investigaciones científicas en condiciones rigurosamente controladas.

Una eficacia similar

En este contexto, una revisión sistemática de la literatura científica sobre esta cuestión ha comparado recientemente la evidencia disponible acerca de la eficacia de la monoterapia con psilocibina, dietilamida de ácido lisérgico (LSD), 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA), y ayahuasca (una preparación de varias plantas con inhibidores de la monoamino oxidasa y N,N-dimetiltriptamina o DMT como principios activos) frente a la de uno de los antidepresivos ISRS más comunes, el escitalopram, a la hora de aliviar los síntomas en pacientes con tales signos depresivos o a los que se había diagnosticado un trastorno depresivo.

Según publican sus autores en el medio académico de alto impacto BMJ, este análisis ha arrojado que de acuerdo con las investigaciones hasta ahora publicadas, las dosis altas de psilocibina podrían resultar mínimamente más efectivas que el escitalopram contra los síntomas depresivos, y por tanto que la eficacia de este compuesto psicodélico podría ser comparable a la de los tratamientos actuales.

Específicamente estos investigadores contrastaron la diferencia observada entre los pacientes que en cada caso recibían placebo y los que recibían los tratamientos, ya fueran escitalopram o psicodélicos.

Comparaciones con el placebo

Cabe destacar que la respuesta al placebo era, de entrada, más baja en aquellos pacientes con síntomas depresivos que lo recibieron en el contexto de investigaciones sobre tratamientos psicodélicos que en aquellos a los que se administró en los estudios con escitalopram. Así, sólo la psilocibina mostró una eficacia mayor que el placebo usado en estudios sobre escitalopram (es decir, que el hecho de pensar que se está recibiendo escitalopram), pero la diferencia superaba incluso (aunque mínimamente) la del propio fármaco.

Al pasar a analizar a los pacientes con un diagnóstico de trastorno depresivo mayor, la cuestión cambiaba. En estas personas, tanto el escitalopram como la ayahuasca, el LSD y la psilocibina en bajas o altas dosis superaban el placebo en ensayos con el antidepresivo; no obstante, sólo la psilocibina en altas dosis superaba el fármaco en sí mismo.

Esta superioridad, que no se observó en otros tratamientos psicodélicos, no indica necesariamente que el potencial uso adecuado de la psilocibina en le tratamiento de los trastornos del ánimo sustituya el escitalopram. Más al contrario, la psilocibina tiene unas características únicas que los distinguen bien de los antidepresivos tradicionales.

Dos herramientas muy distintas

Los medicamentos como el escitalopram, aunque pueden reducir la sintomatología en un buen número de pacientes (y, por tanto, disminuir notablemente el impacto del trastorno en la vida y la salud de la persona) tardan un tiempo de tratamiento continuado en hacer efecto, y sus beneficios sólo se sostienen mientras se siga administrando el fármaco regularmente.

Por el contrario, la psilocibina en dosis altas administra en sesiones únicas o muy espaciadas en el tiempo, y hasta donde sabemos sus posibles beneficios podrían alargarse durante períodos largos. Es decir, que tal vez constituya una alternativa de acción rápida y en el corto plazo, con una eficacia que se extiende meses o años.

El principal escollo reside en los efectos subjetivos que tiene la psilocibina en dosis altas (y los demás psicodélicos o alucinógenos). Este extremo no sólo ha dificultado de manera importante la investigación sobre su uso medicinal (ya que supone un obstáculo para la comparación con placebos, el llamado 'ciego' en los estudios), sino que puede resultar algo impredecible y ser desagradable, en algunos casos, para el paciente. En cualquier caso, cabe notar que el enfoque de esta clase de tratamiento no es la administración de la psilocibina sin más, sino proporcionar al paciente psicoterapia asistida por psilocibina en condiciones seguras y controladas.

Referencias

Hsu T, Tsai C, Kao Y, Thompson T, Carvalho A F, Yang F et al. Comparative oral monotherapy of psilocybin, lysergic acid diethylamide, 3,4-methylenedioxymethamphetamine, ayahuasca, and escitalopram for depressive symptoms: systematic review and Bayesian network meta-analysis BMJ (2024). DOI:10.1136/bmj-2023-078607

¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate gratis a nuestra nueva newsletter.

Doble Check

¡Ya estamos en WhatsApp! Si quieres recibir en tu móvil toda la actualidad y las noticias más importantes del día, pincha aquí y únete a nuestro canal. Es un sistema gratuito, cómodo y seguro.

Logo de 20minutos

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.