Qué es el duelo corporal y cómo superarlo tras pasar por un cáncer según los expertos

En España, el número de cánceres diagnosticados en 2024 alcanzará, según estimación de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) casi 287.000 casos, cifra que supera a los tumores de 2023. Además de hacer frente a la enfermedad en sí, los pacientes sufren cambios en la autoimagen y en sus funcionalidades que pueden desembocar en depresión.

Desde la caída del cabello hasta la desfiguración facial, amputaciones u ostomías (abertura creada quirúrgicamente entre los intestinos y la pared abdominal), los tratamientos a los que deben someterse los enfermos de cáncer en muchos casos suponen un shock emocional y también funcional y físico que deben afrontar.

Esta reacción emocional de pérdida es lo que los expertos en oncología denominan duelo corporal, para cuya gestión son importantes la información y una serie de herramientas que vamos a exponer a continuación.

¿Qué supone el duelo corporal en los pacientes oncológicos?

El cáncer sigue siendo una de las causas más prevalentes de morbi-mortalidad en todo el mundo, por lo que el abordaje de los cambios físicos y emocionales que provoca en quienes lo padecen es (o debería ser) una prioridad de salud.

El proceso de los diferentes tratamientos derivados de la enfermedad pueden provocar reacciones emocionales de depresión, sensación de pérdida y baja autoestima. El denominado duelo corporal, que tiene que ver con todos los cambios físicos que tienen lugar, puede ser percibido por los pacientes como una amenaza.

En palabras de la psicooncóloga María Isabel González, de MD Anderson Cancer Center Madrid, “esta pérdida de la que hablamos puede situar al paciente en un estado de indefensión ante el miedo, la incertidumbre, la frustración y la tristeza que genera en él. En el caso de pacientes oncológicos, hablamos de cambios muy dispares derivados de los diferentes tratamientos".

Cambios difíciles de afrontar, que necesitan de ayuda especializada

Los cambios que el paciente va a observar son de carácter físico en muchos casos, pero también en lo que se refiere a la funcionalidad del organismo. Las operaciones y demás tratamientos invasivos pueden hacer que la persona enferma no se reconozca. En cada caso, se precisa de unos tiempos y unas herramientas necesarias para la superación emocional.

Las consecuencias de cada caso van a tener mucho que ver con la intensidad y la duración de la respuesta emocional. Es decir, que existirán muchos factores individualizados que desemboquen en el impacto psicológico de cada quien.

Como explica la doctora González, "hay pérdidas que son temporales y reversibles, como la alopecia después de una quimioterapia por ejemplo; mientras que otras van a resultar irreversibles. En estas situaciones, el afectado tendrá que adaptarse a algo que no es temporal sino indefinido”.

Por eso, los expertos insisten en la importancia de evaluar primero la necesidad del paciente, con sus circunstancias concretas, y "transformar la amenaza en desafío”.

La terapia correcta: un traje a medida

Así pues, como hemos comentado anteriormente, "cada paciente es único y sus necesidades no son estáticas, sino que van cambiando durante el proceso (que suele ser largo)". Así pues, la terapia a desarrollar por los oncólogos y demás especialidades involucradas debe ser siempre "un traje a medida".

“Las necesidades de los pacientes no son iguales a lo largo del proceso, que va desde el diagnóstico hasta el final de los tratamientos, y se prolonga más allá, durante la etapa de supervivencia. Conforme atraviesan estas etapas, sus necesidades van cambiando. Por lo tanto, es importante adaptar el apoyo y la asistencia en consecuencia”, señala la psicooncóloga.

En algunos casos, incluso, los profesionales pueden llevar a cabo una labor preventiva a base de información, ayudando a gestionar las emociones y ofreciendo al paciente herramientas que faciliten la adaptación a la nueva realidad. Estas herramientas pueden ser suficientes en muchos casos, pero escasas en otros en los que el malestar es más significativo, intenso y prolongado en el tiempo.

Ante el miedo: información

¿Qué me espera? ¿Qué me va a pasar? ¿A qué me tengo que enfrentar? ¿Qué cosas me pueden ayudar? Estas son algunas de las preguntas que el paciente que acaba de ser diagnosticado de cáncer va a hacerse. Y es que "la nueva realidad a la que debe enfrentarse está llena de incertidumbres y miedos comprensibles".

Precisamente porque esto va a suceder seguro, "es importante que el paciente conozca las herramientas y recursos de afrontamiento para lograr una correcta gestión de las emociones. Una de las claves más importante y útiles para reducir el miedo a la incertidumbre y tener una mayor percepción de control es la información, conocer las respuestas a esas preguntas siempre le van a empoderar", comenta la experta de MD Anderson.

Otro de los mecanismos que pueden ayudar a los afectados a hacer frente al duelo es trabajar con objetivos y expectativas realistas, implementando estrategias de autocuidado como la correcta alimentación, la realización de ejercicio y el descanso, hábitos sencillos pero fundamentales en estos casos".

¿Qué puede hacer la familia para ayudar a superar el duelo corporal?

La clave en este apartado, según la psicooncóloga es que la familia no invalide las emociones del paciente. "El cáncer es una enfermedad que no solo afecta al paciente, sino a todo el entorno familiar que debe trabajar también la esfera psicológica para aceptar y entender la dificultad por la que atraviesa, aprender a acompañarlo y no invalidar sus emociones".

Otros consejos de la doctora pasan por "evitar la sobreprotección, los mensajes lastimeros, puesto que si lo hacemos estamos enviando un mensaje negativo de ‘no eres capaz o no puedes’. Tenemos que mantenernos a disposición de lo que pueda necesitar, y ofrecer esa ayuda, pero no adelantarnos sin que el paciente lo solicite. Hay que darle su espacio de autonomía”.

Cuando la experta habla de espacio de autonomía se refiere a la seguridad en uno mismo y la autoestima. "Muchas veces, pasar por una transformación física provoca un cambio en la forma de relacionarse con el entorno social e incluso íntimo. En estos pacientes suelen ser frecuentes sentimientos de vergüenza o vulnerabilidad que, incluso, deriven hacia el aislamiento social".

Para finalizar, la psicooncóloga pone sobre la mesa algo necesario para que la persona que pasa por un tratamiento contra el cáncer sienta el apoyo que necesita y como lo necesita. "En consulta ponemos especialmente en valor la necesidad de contar con una red de apoyo familiar y social, y que sea el paciente quien se encargue de orientar a su entorno sobre sus necesidades”, concluye la doctora.

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