Prometía ser una revolución. Se decía que sería el nuevo iPhone de la década. Parecía el inicio de un futuro de ciencia ficción. Pero el mundo real en el que vivimos ha superado a este dispositivo.
El wearable AI Pin, fabricado por la tecnológica Humane, se presentó al mundo a finales de 2023. Eran tiempos algo revueltos tecnológicamente hablando: las ventas de móviles habían caído, el sector experimentaba lo que los gurús han llamado una ‘premiumización’ —es decir, usuarios demandando teléfonos cada vez más caros— y la inteligencia artificial generativa acababa de explotar con el lanzamiento de ChatGPT.
Era el cóctel perfecto para la aparición de algo distinto, o al menos así lo creyeron desde Humane, que llevaba varios meses creando expectativas sobre un dispositivo top secret que íbamos a poder llevar encima y que haría mucho por nosotros.
Como digo, la realidad ha superado a la ficción: tras lanzarse al mercado en abril de este año, el AI Pin registró más devoluciones que ventas entre los meses de mayo y agosto, según datos obtenidos por The Verge.
Más devoluciones que ventas
El AI Pin se adhiere magnéticamente a la solapa de una prenda de ropa, recopila datos a través de una cámara integrada, está impulsado por un chip Qualcomm e integra inteligencia artificial.
Humane, una startup creada por antiguos empleados de Apple, puso a la venta su pequeño aparato electrónico por 699 dólares en su modelo básico y por 799 dólares en las versiones con color. Incluye una batería adicional más un estuche de carga con IA y, además, hay varios accesorios disponibles, que van desde los 29 hasta los 49 dólares. A esto hay que sumar que impone un servicio de suscripción obligatoria que cuesta 24 dólares al mes.
Según datos de ventas internos obtenidos por The Verge, el dispositivo y sus accesorios han generado ventas por valor de más de 9 millones de dólares en toda su vida útil.
Sin embargo, entre mayo y agosto se devolvieron más dispositivos de los que se compraron. En junio, asegura en el medio especializado según sus fuentes, solo unas 8.000 unidades no se habían devuelto. Actualmente, esa cifra ha caído hasta cerca de las 7.000. En total, se calculan devoluciones por valor de más de un millón de dólares.
The Verge también apunta que en estos meses se cancelaron alrededor de 1.000 compras antes del envío. Hasta la fecha, se han enviado en total alrededor de 10.000 dispositivos y accesorios. Humane esperaba enviar unos 100.000 durante el primer año, según informó The New York Times.
Desde Humane han respondido a la publicación de The Verge asegurando que “hay imprecisiones”, incluidos “los datos financieros”. Sin embargo, cuando el medio solicitó más información, Zoz Cuccias, portavoz de Humane, dijo: “No tenemos nada más que proporcionar, ya que no hacemos comentarios sobre datos financieros, y lo remitiremos a nuestro asesor legal”.
Críticas desde su lanzamiento
En su lanzamiento, el AI Pin recibió críticas muy negativas. Los expertos del sector dijeron cosas como que “simplemente no funciona” y hay quien afirmó que era “el peor producto” que había evaluado.
El día en que comenzaron a surgir las malas críticas, Bethany Bongiorno, cofundadora y directora ejecutiva de Humane, publicó en X : “Este es el punto de partida. Ninguna generación 1 es perfecta ni es nunca la visión completa”.
Uno de los problemas es que, una vez que se devuelve un AI Pin de Humane, la empresa no tiene forma de renovarlo y no pueden recuperar ingresos vendiéndolo de nuevo, según confirmaron fuentes con conocimiento del proceso de devolución. El dispositivo simplemente se convierte en desecho electrónico.
Esto es así porque, de momento, existe una limitación de T-Mobile que hace imposible que Humane reasigne un AI Pin a un nuevo usuario una vez que se le ha asignado a alguien.
