Pasadas las 8.00 horas de este jueves en España las cartas ya estaban encima de la mesa y a la vista: Daniel Sancho era condenado a cadena perpetua por el asesinato y descuartizamiento del doctor colombiano Edwin Arrieta. Ni homicidio doloso, ni imprudente, como pedía su equipo defensor español, capitaneado por el letrado Marcos García-Montes. "Tenemos que procesar mentalmente lo que se ha dicho", decía el abogado en un escueto mensaje a 20minutos tan solo media hora después de la noticia y sin tener el documento final aún en sus manos.
El acto celebrado este jueves en la Corte Penal de Koh Samui (Tailandia) solo fue la lectura del escrito judicial, en el que iba incluido el fallo. Ahora, la sentencia tendrá que entregarse a las partes. "No tendremos acceso a ella hasta dentro de siete o diez días y después habrá que traducirla, primero al inglés y luego al español, como se ha hecho con todos los documentos de este caso", confirma a este periódico Ramón Chippirrás, el jurista y criminólogo portavoz de Rodolfo Sancho, aún en shock por el resultado de un proceso que para nada ha terminado. Tienen un mes de plazo para las apelaciones, aunque desde el equipo han confirmado que ya están trabajando en ello.
"El tribunal ha dicho que los elementos de la defensa y las pruebas se han ejercido magníficamente bien. Nosotros tenemos la conciencia muy tranquila. El propio presidente de la sala le ha dicho a Daniel que no es un acusado y que todavía está en prisión preventiva porque tiene derecho a recurso", comentaba García-Montes a las puertas del juzgado este jueves.
Es este carácter provisional de la sentencia, a la espera de las dos vías de recurso existentes, lo que hará que, de momento, Daniel Sancho sea enviado a la prisión provincial de Surat Thani. "Será un interno preventivo, que son aquellos que tienen una sentencia en primera instancia con los recursos por resolver", señala Chippirrás. "No se mezclará con los presos ya juzgados y condenados sin vías de recurso", aclara. Para este traslado, por su parte, existe un plazo de hasta 90 días.
Hasta un año de proceso
La especificación del jurista no es baladí. Los rumores han sido muchos. Este jueves al mediodía Juango Ospina, abogado de la familia Arrieta, aseguraba que el condenado será enviado a la famosa cárcel de Bang Kwang en Bangkok, conocida como el Gran Tigre, y considerada una de las más peligrosas del país, algo que no se conocerá hasta que haya una condena firme, es decir, tras la decisión del Supremo.
En todo caso, los abogados ya preparan su apelación para el Tribunal Provincial de Surat Thani, que confirmará o no la condena en segunda instancia, y otro recurso para el Tribunal Supremo de Tailandia, que lo hará en tercera. El procedimiento completo, tanto la apelación como al Supremo, suele durar un año, según fuentes jurídicas citadas por Efe. No será hasta entonces cuando la cadena perpetua para el joven chef español sea firme. Algo que ha confirmaba este jueves el propio juez durante la lectura de la sentencia, en la que solo estuvieron presentes Daniel Sancho y sus padres.
"Vamos a seguir trabajando en este caso, poco más puedo decir...", afirma Chippirrás, que no contesta a otras cuestiones como si es posible el embargo total del peculio que Ospina ha anunciado que se solicitará para que se costeé la indemnización de 106.000 euros, que no será recurrida por la defensa. "Solo podemos dar las gracias por el apoyo que hemos recibido hacia Rodolfo", culmina Chippirrás.
Una amalgama de incógnitas
Las cosas no terminan aquí. Así lo expresaba García-Montes este miércoles, pocas horas antes de conocer la sentencia. Y no se equivocaba. Tras más de un año de investigación y procedimiento judicial quedan las apelaciones y después de ellas las peticiones desde prisión. Aunque Sancho ha solicitado al juez permanecer en la cárcel de Samui, la legislación tailandesa no lo permite por tratarse de una condena a más de 15 años, así que después de la decisión del Supremo habrá que ver en qué penal terminará.
Además, como apunta Efe, el joven chef tiene posibilidad de un indulto real, ya que las autoridades tailandesas suelen emitir indultos colectivos de manera regular y que coinciden con determinadas fechas religiosas o vinculadas a la monarquía del país, tales como el cumpleaños del rey Vajiralongkorn (el 28 de julio). A través de estas medidas de gracia, que solo pueden solicitarse una vez la sentencia sea firme, Daniel Sancho podría rebajar su condena.
Por otro lado, se ha hablado mucho de su posible traslado a España, que no tiene un acuerdo de extradición con Tailandia, aunque sí un convenio para transferencia de presos que entró en vigor en 1987, apto una vez la condena sea firme y para quienes no tengan pendiente otro proceso judicial. El punto 4 del artículo III de este convenio especifica que de este acuerdo pueden beneficiarse, entre otros, los condenados a prisión perpetua, pero Sancho deberá cumplir al menos cuatro años de prisión en el país antes de poder solicitar su traslado, para el que ambos países deben estar de acuerdo. Además, para conseguir esto Sancho debe pagar la indemnización a la que ha sido condenado.
Finalmente, las primeras confesiones del joven ante la Policía tailandesa, en las que llegaba a reconocer el asesinato, parecen haber sido clave a la hora de decidir su condena, aunque la defensa apunte a que todo fue accidental en el transcurso de una pelea. También la compra de sierras, cuchillos, bolsas de basura y demás artículos sospechosos. La sentencia de este jueves especifica pruebas factuales de que Sancho asesinó a Arrieta con premeditación.
Sin que se sepa en qué momento exacto murió Arrieta ni cómo, ya que nunca se ha encontrado su torso, los primeros días tras la detención del joven español en agosto de 2023 han llevado al hijo de Rodolfo Sancho a uno de los peores finales. La pena de muerte no se ha contemplado por la "colaboración beneficiosa" del chef en la investigación y por "el trabajo de la defensa".
