Bachar al Asad y su familia están bien. El Kremlin se ha ocupado de ellos. El dictador sirio derrocado se encuentra en Moscú tras recibir asilo en Rusia. Las autoridades rusas le han concedido el asilo político por motivos humanitarios por expresa indicación del presidente Vladimir Putin.
Al Asad ya era un protegido de Rusia. Lo ha sido durante 24 años, el tiempo que ha ocupado la presidencia de la República Árabe Siria, salvo en sus últimos once días, los que los rebeldes encabezados por Abu Mohamed al Jolani han necesitado para ocupar el país, entrar en Damasco y derrocarlo. El Kremlin tenía otros frentes más importantes que atender y no le ha quedado otra que dejarlo caer.
Y antes que el hijo, el padre. Moscú también tuvo en el padre de Bachar y fundador de la dinastía, a un socio protegido en el complicado teatro de Oriente Próximo. Hafez al Asad fue presidente de Siria desde 1971 y hasta su muerte en 2000. Dictador el padre, dictador el hijo.
Bachar y su familia leen este martes en la prensa que el líder de la coalición insurgente que les ha echado de Siria asegura que va a perseguir a los "criminales de guerra" y que pronto dará a conocer una lista con los nombres. Pero los Al Asad respiran aliviados: Putin les da cobijo y nunca les extraditará.
Moscú no extraditará a ninguna parte a Bachar al Asad... disfrutará de su honorable vejez en Rusia"
"Moscú no extraditará a ninguna parte a Bachar al Asad. El ex presidente de Siria disfrutará de su honorable vejez en Rusia", declaró Yuri Lyamin, investigador principal del Centro AST, en una entrevista de la que se hace eco la edición en inglés de Pravda. Según este analista, ni Estados Unidos ni la Unión Europea podrán exigir responsabilidades a Al Asad.
De este modo, el dictador depuesto pasa a formar parte del "club de los protegidos" por el régimen ruso. Se une así al expresidente ucraniano Viktor Yanukovich, al exempleado de la CIA Edward Snowden y al antiguo responsable financiero de Wirecard, Jan Marsalek. Los tres viven en Rusia desde hace años y ningún organismo de justicia extranjero ha podido "llegar" hasta ellos.
Yanukovich, el ucraniano prorruso
Viktor Yanukovich fue el cuarto presidente de Ucrania entre 2010 a 2014 y, antes, primer ministro en varios periodos entre 2002 a 2007. En las presidenciales de 2010 obtuvo la victoria sobre su rival Yulia Tymoshenko con el 52% de los votos.
Yanukovich decidió suspender el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania y fortalecer sus lazos con Rusia. Eso provocó el estallido del Euromaidán a finales de 2013. Fue una serie de manifestaciones y disturbios de europeísta, independentista y nacionalista.
La organización no gubernamental Transparencia Internacional denunció al presidente como el principal ejemplo de corrupción en el mundo. El Euromaidán significó el origen de la Guerra ruso-ucraniana y precipitó la renuncia del presidente en febrero de 2014. Como ahora Al Asad, Yanukovich marchó a Rusia, donde vive exiliado.
Snowden, luchar por la libertad y acabar con Putin
Exanalista de la CIA y la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), Edward Snowden huyó en 2013 de EEUU, donde estaba acusado de violar la ley de espionaje tras revelar detalles de programas de la Inteligencia estadounidense. En junio de 2013, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post, Snowden hizo públicos documentos clasificados como alto secreto.
Huyó a Rusia desde Hong Kong y solicitó asilo político a España, Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y hasta veintiún países. Finalmente, ironías del destino, su lucha por la libertad y la privacidad le llevó en junio de 2013 a la "democrática" Rusia de Putin. El presidente ruso descartó la entrega de Snowden a EEUU ante la inexistencia de un tratado bilateral de extradición entre ambos países.
En 2022, Putin concedió la ciudadanía rusa al exanalista de la CIA. En aquel momento, la Casa Blanca aún insistía en que Snowden debía ser extraditado y someterse a la Justicia estadounidense, aunque hubiera adquirido la ciudadanía rusa.
Marsalek, el pirata financiero prorruso
En España sabemos poco de Jan Marsalek, pero en Alemania es un prófugo bien conocido. Se trata de un empresario austriaco, que fue director de operaciones de Wirecard, líder alemán de los pagos digitales de 2010 a 2020. Se sospecha que estaba vinculado a intereses rusos y que se benefició de complicidades en varios servicios secretos.
Wirecard se declaró insolvente y quebró en junio de 2020 cuando sus directivos confesaron que 1.900 millones de euros de sus activos (una cuarta parte del total) no existían en realidad. Marsalek, responsable del negocio de la empresa en Asia, es uno de los principales sospechosos del escándalo. Fue buscado por la Interpol hasta que en 2021 se supo que se encontraba en Moscú, bajo vigilancia de los servicios secretos rusos.
Según el diario Bild, "se habría escondido en un barrio especialmente seguro de Moscú donde todavía quizás está viviendo (...) bajo custodia de los servicios secretos de Putin, el FSB". En 2023, Marsalek contrató a un grupo compuesto por cinco ciudadanos búlgaros, todos ellos detenidos posteriormente en Londres tras intentar atentar contra la oposición rusa en toda Europa.