La alcachofa es una de esas plantas que nos regala la naturaleza y que vale para 'casi' todo en materia de salud, a pesar de que en España no se conoce bien en su formato 'infusión': desde su efecto diurético y digestivo, hasta su contribución a aliviar el estreñimiento, combatir el colesterol e, incluso, la posibilidad de usarlo como colirio natural contra la sequedad ocular (convenientemente formulado, por supuesto).
Así pues, esta planta, cuyo nombre científico es cynara scolymus, pertenece a la familia de los cardos que todos conocemos. De ella se consume la flor en alimentación, pero las verdaderas propiedades terapéuticas de la flor se encuentran en sus hojas, que contienen fenoles, flavonoides, ácidos orgánicos, vitaminas del grupo B, insulina y mucílagos.
Propiedades beneficiosas de la alcachofera para la salud
La planta alcachofera atesora innumerables beneficios saludables, entre los que destaca su papel protector del hígado, ayudando a su recuperación después de determinados problemas como la hepatitis, la ictericia o el hígado graso. Su verdadero tesoro es que, al aumentar la secreción biliar, resulta muy efectiva en caso de tener una mala digestión de las grasas, así como piedras en la vesícula.
Por grado de importancia, el segundo beneficio que podemos obtener de esta planta se produce a nivel digestivo, estimulando el apetito y favoreciendo el buen funcionamiento intestinal. De nuevo, una razón para tomar alcachofera si sufrimos digestiones pesadas, gases o estreñimiento.
Respecto al efecto colerético que hemos mencionado al comienzo, es una función natural que estimula la producción de bilis y favorece la eliminación de las grasas a través de ella, por lo que está especialmente indicada para combatir el colesterol alto y los triglicéridos. Pero aún hay más: para los pacientes con predisposición a la diabetes, esta planta contiene inulina, que previene la enfermedad.
Pacientes con ácido úrico, gota o artritis también pueden encontrar en la infusión de alcachofera, o los suplementos alimenticios que la contienen (bajo prescripción) a una buena aliada. Depurativa y diurética, esta planta puede contribuir a bajar peso, además de funcionar como depurativa del organismo. Desde 'fuera', combate la sequedad ocular si la administramos como colirio (en su formulación profesional, claro).
Así se prepara una infusión saludable de alcachofa
La forma de preparar la infusión en casa es tan sencilla como coger una alcachofa fresca, retirarle las hojas más superficiales que suelen estar más duras y meter la flor en agua hirviendo, troceada.
Una vez han transcurrido 10 minutos, colamos el jugo y lo dejamos reposar. Al resultado final siempre le podremos añadir un poco de limón, para contrarrestar el sabor amargo de la planta.
Si eres de los que prefiere que se lo den hecho, en los herbolarios se comercializa el preparado para esta infusión, en seco. Mezclada con boldo, aumentará sustanciosamente su carácter protector hepático; y si la combinamos con diente de león, aceleramos la reducción de las cifras de colesterol malo LDL, así como los triglicéridos.
¿Todo el mundo puede tomar infusión de alcachofa?
La forma en la que tomamos esta planta depurativa por excelencia es en infusión, y también en cápsulas en las que se presenta con una mayor concentración y que siempre deben ir acompañadas del consejo y la supervisión del profesional de la salud.
Como contraindicación básica, no se recomienda su uso durante el embarazo, ni la lactancia, puesto que su sabor es muy amargo y puede además reducir la producción de leche materna. Al movilizar los cálculos en los conductos biliares, no es buena idea tomarla para evitar una obstrucción en la salida, algo que resultaría especialmente doloroso.
Como curiosidades, las hojas de la alcachofera se emplean en la producción de algunas cervezas artesanales en España. También sus flores, que contienen las enzimas pepsina, quimosina y paraquimosina, sirven como cuajo de la leche en la elaboración de algunos quesos, que reciben la denominación de 'queso de flor…'.